Cuando estaba pequeña mi tío me enseñó varios juegos que he disfrutado. Él tenía la idea que la familia debería tener un día de juegos juntos en la mesa.
Él pensaba que las mesas unían personas, y hoy quiero animar a conocer estos juegos que me acompañaron en tardes de aventura en la mesa de la sala o debajo de la mata de mango…
Por Deylin Hernández – @gestandod
Y es que entre Monopolio, domino, juegos de cartas y muchos juegos tradicionales, que jugábamos en nuestra niñez, tengo varios preferidos que incluso ya he jugado con mis hijos.
El Escondite
Consiste en que dos o varios niños se esconden y uno cuenta hasta 10. Luego tiene que buscar a los que se han escondido. Antes de comenzar a jugar, se limita la zona donde los participantes podrán esconderse. Él deberá contar hasta que los otros niños se escondan. Después deberá encontrarlos.
Si no consigue a alguno pierde y deberá volver a buscar . Es un juego ideal desde los 3 o 4 años cuando ya los niños tienen certeza que encontrarán lo que buscan. Aún así es muy divertido cuando son bebes. Sin embargo, jugar le puede causar miedo y ansiedad. Así que el escondite para ellos consiste en que el adulto se tapa y se destapa los ojos.
El escondite es un juego al que se puede jugar en familia o con amigos, en casa o en el parque, no necesita más que ganas de jugar.
Al jugar al escondite con los niños les aporta a su desarrollo de capacidades y habilidades como:
– Estimula el desarrollo motor
– Fomenta la socialización del niño con iguales
– Comprender y respetar las reglas del juego
– Favorece la toma de decisiones
– Mejora la capacidad del niño ante los riesgos
– Estimula la inteligencia, creatividad e imaginación
La Vieja o Tres en Raya
En un papel se hacen dos líneas horizontales y dos verticales, formando una cuadrícula de nueve espacios. Por turnos, cada jugador debe poner una X o un O, intentando hacer una línea vertical, horizontal o diagonal. Cuando todos los espacios están llenos con 3 de X o 0 se termina la partida, que puede terminar con un ganador o bien en empate.
Estos juegos entre dos personas, se juegan en cualquier lugar el patio, la calle, el parque, la escuela. Y sus beneficios, por ser un juego de reglas, desde un punto de vista pedagógico son muchos apoyando al desarrollo social, afectivo, cognitivo y personal.
También ayuda al aprendizaje significativo y a la construcción de estrategias mentales que luego resultarán útiles en otras experiencias, potenciando el desarrollo del lenguaje, de la memoria, del razonamiento, de la atención y de la reflexión.
Construcciones de Cartas
Construir una torre de cartas o naipes requiere motricidad y paciencia, pero el resultado es espectacular. Para conseguirlo, coloca dos cartas formando un triángulo equilátero con respecto a la base, añadiendo a continuación más cartas, siempre en parejas.
Cuando tengas la base, edifica el suelo del siguiente piso colocando nuevas cartas. En cada nivel de ascenso deberás colocar un triángulo menos para que tu torre vaya decreciendo como la Torre Eiffel. Empieza con tres pisos y ve ampliando la construcción poco a poco.
Y si hablamos de beneficios de este juego de construcción se puede decir que desarrolla la coordinación y la motricidad fina, ayudan a comprender las formas geométricas, los colores, los tamaños y los conceptos espaciales, como alto o bajo, angosto o ancho y largo o corto, adicional estimula aptitudes como la concentración, la atención, la creatividad y la imaginación.
Pise o Rayuela
Con una tiza (blanca o de colores) sobre el piso se dibuja cuadrados con forma de avión y se enumeran del uno al diez.
Luego, cada niño debe lanzar una piedra que debe caer en uno de los cuadros; y deben saltar en una sola pierna por cada número hasta tomarla y así sucesivamente.
Mi abuela también me enseño un juego con una lana o pabilo llamado la cuna o juegos de hilo, es una cuerda atada en los extremos que se entrelazaban con ella creando figuras distintas, sino se hacía de forma correcta se anudaba la cuerda.
Sin duda, esto juegos de antes y de ahora son las estrella de los recuerdo de la infancia, así que vale la pena enseñárselo a nuestros hijos. Adicional a desarrollar sus capacidades motoras motivándolos de una forma divertida.
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Deylin Hernández Educadora, madre de dos, creadora de @gestandod