Recuerdo cuando íbamos todos en familia a hacer las compras de la semana a un súper mercado. ¡A mi esposo no le gustaba tanto, pero habíamos encontrado un super que nos hacía sentir cómodos y nos acoplamos en seguida, por eso íbamos en familia!
Nota dúo: Anna Converso @avantipsicologia y Martha López @mass.contenido
Las respuestas de Anna, psicóloga las encontrarás en negrita.
En un abrir y cerrar de ojos, TODO ES DIFERENTE. Y lo pongo en mayúsculas porque realmente la vida ha cambiado mucho.
Hay 5 cosas que siento cada vez que voy a un súper mercado:
#1 Intolerancia con las personas que tosen o estornudan.
Es totalmente inconsciente, de hecho, no sé cómo explicarlo. Un día, al hacer la cola para pagar en el super mercado, una chica estornudó y volví a ver para atrás con una cara de enojada.
Dios mío, lo primero que pensé fue que ya me iba a gritar: «no tengo Coronavirus». Después dije, si me grita eso voy a pedirle disculpas, lo hice inconsciente, que pena.
Es totalmente cierto… antes era común tener a personas cerca en el super y eso no nos molestaba, pero ahora podemos sentir que ese acercamiento, invade nuestra privacidad, nuestro espacio personal, y sin duda, debemos practicar la tolerancia, porque suele pasar que somos nosotros los predispuestos, o a la defensiva por la ansiedad de poder contagiarnos.
#2 Impaciencia a la hora de hacer la cola para pagar y ver que hay personas con las carretillas llenas que se tardan horas pagando.
Coincidirás conmigo que ahora te tardas más en hacer la cola para pagar que al hacer el súper y comprar lo que necesitas. ¡Tenemos que armarnos de mucha paciencia!
¡Sin duda! A la hora de hacer compras de alimentos, algunos vamos por 3 artículos y otros por muchos. Esto hace que si vamos por pocos, pasar mucho tiempo esperando, nos haga sentir que estamos por más tiempo expuestos a la enfermedad.
#3 Ganas de comprar de todo porque siento que lo voy a necesitar…
Ahora encontrar tus marcas favoritas o las que siempre sueles comprar es muy complicado. No tienes muchas opciones y tienes que decidirte rápido en cuál vas a comprar. Además, que no sabes si volverás a encontrar de nuevo esos productos que tantos te gustan. Ah, y cuidado se te olvida algo del súper… ¡Eso es terrible!
¡Super terrible! Es sentir la ansiedad con la que ya de por sí llegamos al super, más la ansiedad que nos generan estas compras. La verdad, es que ahora el único momento que tenemos pasa salir, es hacer nuestras compras de alimentos, y ahora, han resultado ser un espacio estresante.
#4 Me la paso pensando un día o dos días antes que tendré que ir al súper y tengo que alistar todo…
Alisto todo, bueno primero mentalmente, y luego empiezo con el protocolo de preparar las bolsas del super, mi cartera con documentos, dinero, guantes, mascarillas y todos los implementos que ahora, en un abrir y cerrar de ojos, necesitamos.
Hay muchas personas que justo por esto, delegan la responsabilidad de salir a hacer compra en el super. Sólo de pensar en todo el protocolo previo, durante y después de la salida, ya genera agotamiento mental. Mucho más cuando hacemos un esfuerzo mental extra, ya que antes sólo necesitábamos el dinero, después nuestras bolsas, y ahora guantes, mascarilla, gel, alcohol, etc.
#5 Seguir la lista es realmente complicado.
Me pongo hasta nerviosa. Llevo en la mente y en un papel anotado lo que necesito, pero de los nervios ni veo la lista. Al final si veo que algo se me olvidó comprar me tortura la idea de regresar de nuevo a otros pasillos.
Nuestra mente se ha preparado para hacer todo, lo más rápido posible en la calle. Salir, el super, y entornos con personas, son una señal de alerta para nuestro cerebro, por lo que es esperado, que nuestra lista la queramos cumplir lo más rápido posible, y que pasear dentro del super, ya no sea una idea maravillosa.
Ante todo, te recomendamos tener mucha paciencia y capacidad de adaptación, ante la nueva realidad que vivimos. ¡Respira!, la ida al super puede ser un espacio de despeje y distracción, o un espacio más de estrés, que no necesitamos. Todo dependerá de tí.