Las arrugas aparecen cerca de los 30 años, y desgraciadamente, no podemos evitarlas, pero si podemos opacarlas o retrasar su notoriedad en nuestro rostro, aún sin inyecciones.
Hay una serie de trucos que funcionan de maravilla, síguelos al pie de la letra:
Tomar vino
El vino contiene resveratrol, un antioxidante por excelencia. Este se encuentra principalmente en la uva. Es buenísimo para utilizarlo como componente activo en la cosmética natural, con un extraordinario efecto antioxidante beneficioso para nuestra piel y para la salud. Lo podemos encontrar también en cacahuetes, arándanos, moras, té…
Controla tus expresiones
Ninguna parte de tu cuerpo te agradecerá tanto como tu rostro que te abandones a la relajación. Es muy poco lo que separa a la piel de los músculos faciales, y cada gesto implica un desgaste. Nuestra piel es propensa de arrugas cada vez que masticamos, tragamosy hasta hablamos.
Usa protector solar
El sol es responsable de 80% de las arrugas, además si no usamos protector, nos exponemos a un cáncer de piel. Una piel expuesta al ‘Astro Rey’ se inflama y la inflamación crónica rompe las fibras de colágeno y elastina, lo que produce envejecimiento.
Utiliza agua mineral o tónico
En Latinoamérica el agua del grifo suele ser excesivamente dura, lo que representa un verdadero coctel de cloro y minerales que resecan la piel y alteran la película hidrolipídica que protege el tejido de los agresores externos. Si ella es muy sensible, enjuagarla con esta agua es un atentado contra tu juventud, ya que en lugar de lucir fresca y purificada, cada vez se encontrará más reseca y opaca.
Ríete a carcajadas
Expertos recomiendan las carcajadas para la salud de tu rostro. Cinco minutos diarios son suficientes para levantar los pómulos, eliminar las bolsas de los ojos y borrar algunas de las líneas del entrecejo. Esta actividad trabaja ni más ni menos que 12 músculos faciales.