En el escenario que supone Youtube hay vida más allá de los 20 años. Incluso de los 50. “Los creadores de YouTube vienen en todos los tamaños y tallas, y desde luego, no hay un límite máximo de edad”, comentaba Stephen Nuttall, director senior de la plataforma, en una entrevista para The Times: “Creo que el más mayor tiene más de cien años, y estamos viendo cómo creadores más maduros están teniendo mucho éxito”.
Según datos del Eurostat, si el consumo de Internet entre mayores de 55 años era del 12% en 2005, en 2016 alcanzó el 56%. Una tendencia al alza que representa la mayor presencia que tienen las generaciones de edades más avanzadas en el entorno digital. En la industria de la belleza, el panorama es similar. Y no hablamos de que las firmas hayan ido adoptando como imagen a mujeres maduras, en la línea de Marc Jacobs con Jessica Lange en 2014 o CoverGirl con Maye Musk este año.
Hablamos de que las mujeres senior se están convirtiendo en auténticas prescriptoras de una generación que trata de encontrar su voz 2.0 para dar respuesta a los dilemas y cuestiones que implica la edad. “No vamos a discutir sobre que las de más de veinte años son nativas digitales y que las que pasamos de 50 hemos realizado un trabajo migratorio a las nuevas tecnologías, que además no se valora. Seamos lógicos: YouTube o Instagram son plataformas que están ahí, al alcance de cualquiera, y cada vez más personas de mi edad están haciendo esa migración que les permite su consumo” comenta Rosa Ferro.
Esta jienense de 56 años afincada en Sevilla comenzó a hacer vídeos en 2011 porque “no había nada para chicas de más de 40 años”. Ahora es una youtuber patria que ha conseguido captar la atención de más de 52.000 suscriptores con tutoriales de belleza para pieles maduras y un desparpajo latente en frases como “si intentamos tener con 50 años el mismo párpado que cuando teníamos 20, no necesitamos maquillaje, necesitamos un psicólogo”.
A nivel internacional, uno de los referentes más conocidos es Tricia Cusden. Esta londinense lleva desde 2013 al frente de Look Fabulous Forever, un canal de YouTube que surgió como una consecuencia lógica de la firma de maquillaje homónima.
“Decidí hacer una línea de productos formulados específicamente para rostros mayores porque me resultaba muy difícil encontrar maquillaje que resaltara mi piel, ojos y labios de 65 años”, explica para Vogue España esta consultora jubilada de 70 años. Los dos primeros vídeos explicativos que editó se convirtieron pronto en todo un éxito, y hoy cuenta con unos 27.000 seguidores. Su negocio da empleo a unas doce personas, incluidas las propias hijas de Cusden, que ejercen como CEO (su hija mayor Anna) y directora de operaciones (su hija menor Suzy). Eso sí, los contenidos del blog y los vídeos es solo cosa suya. La familia suele jugar un papel bastante importante.
En el caso de Makrye Park fue trascendental. Conocida como Korea Grandma, esta surcoreana de 72 años se ha convertido en todo un fenómeno de YouTube, con más de medio millón de fans pendientes de sus recomendaciones y periplos.
El germen de sus vídeos, comenta, fue su nieta Kim: “Todas mis hermanas tienen demencia, así que yo tenía miedo. Mi nieta me dijo que la mejor manera de prevenirla era pasármelo bien, así que me llevó a Australia, donde hice mi primer video. Empecé en YouTube para prevenir la demencia y lo sigo haciendo para divertirme”. Es precisamente su nieta la que graba, edita y planifica todos los vídeos, aunque el secreto de su éxito radica en su espontaneidad: “Pensé que iba a morir trabajando en un restaurante. Ahora gracias a YouTube puedo viajar por todo el mundo. Ha sido la lotería de mi vida”.
Como demuestra en sus vídeos, para Park el maquillaje es un juego y lo utiliza como una forma de diversión. Un enfoque que comparte con otra mujer al otro lado del globo. Desde Suiza, Margaret Manning (69 años) explica que la intención detrás de su canal es precisamente que los videos de maquillaje y belleza “ayuden a personas más mayores a mostrar por fuera cómo se sienten por dentro – hermosas, vibrantes y positivas -. No busco disfrazar o esconder. De hecho, mi propósito es que las mujeres de la comunidad de Sixty and me adopten una actitud positiva hacia el envejecimiento, no en contra de él”.
Esta es precisamente la premisa que mueve a la mayoría de las mujeres entrevistadas. En un panorama en el que “la juventud es la moneda de cambio predominante”, comenta Manning, ellas buscan ofrecer una visión más amable de los procesos naturales que implica cumplir años. “Tengo 70 años y un rostro que refleja lo que he vivido. Estoy muy contenta cuando me miro al espejo y veo líneas y otros signos de edad. Al mismo tiempo me gusta un maquillaje que realce, un corte de pelo favorecedor y ropa bonita. Nunca he querido que me confundan con mi hija”, expone Tricia Cusden desde Londres.
Un apunte: incluso las propias voces expertas que han incluido puntualmente estas youtubers en sus vídeos son maquilladoras profesionales más mayores, de 60 y 65 años respectivamente.
¿Por qué triunfan estos canales?
El secreto probablemente resida en su autenticidad. Por supuesto que hay tutoriales de maquilladoras más jóvenes como los de Lisa Eldridge para pieles maduras pero, ¿quién mejor que alguien que está pasando por todos esos cambios para contarlos en primera persona? A Monique Parent (52 años), una actriz de películas independientes reconvertida en youtuber de belleza, hacer vídeos le sirvió al principio para subirle la moral tras una ruptura. Todo comenzó con un vídeo en el que contaba cómo había decidido dejarse el pelo con canas de forma natural. Ahora siempre habla de lo que ella y otras mujeres están experimentando, como la menopausia o las arrugas. “Trato de mostrar la experiencia de ser una mujer de más de 50 años” explica desde Los Ángeles.
Resulta lógico que sus comunidades incluyan entre sus miembros seguidoras más maduras que han encontrado tanto en YouTube como en otras plataformas sociales una actitud de auto aceptación más relajada (el fuerte de Sixty and Me en social media, por ejemplo, está en Facebook). Lo curioso es que tanto Rosa Ferro como Makrye Park reconocen tener suscriptores más jóvenes para los que también están dirigidos sus canales. “Creemos erróneamente que las redes sociales son cosa de la generación millenial” expresa Parent.
Además de las redes sociales, la producción de formatos digitales es otro de los estereotipos ligados a la juventud que estas mujeres están dinamitando. Aunque hay canales más profesionalizados, como el de Tricia Cusden, que utiliza a veces estudios y cámaras, en varios de estos casos son las propias youtubers las que se editan sus vídeos, gracias a la ayuda de tutoriales y a la voluntad del autoaprendizaje, como explica Monique Parent: “Me di cuenta de que no podía seguir pidiendo favores a mis amigos, así que de forma autodidacta aprendí cómo iluminar, grabar y editar mis vídeos, con transiciones y música”. Ellas son la prueba de que nunca es tarde para reinventarse o para hacer frente a un canon de belleza con el que no se sienten identificadas. La edad, a fin de cuentas, es tan solo un número.
Nota retomada de Vogue.es
