Una de las contrataciones más importantes de una boda es la del fotógrafo. Los fotógrafos de bodas somos como la cereza del helado, el toque final y el más dulce.
Por Ileana Forero Photography
El proceso de organizar una boda es muy largo y a veces muy engorroso. Debes ocuparte de mil detalles antes de llegar al punto de tener que decidir quién va a ser el o la responsable de capturar los momentos más importantes de tu celebración. Una vez que recibo la llamada de una novia para contratar mis servicios fotográficos, es cuando empieza la magia y las posibilidades se vuelven infinitas…
Cada novia es diferente y cada albúm fotográfico es un mundo de oportunidades. La relación que se crea entre los novios y el fotógrafo debe estar colmada de una química especial. Esta conexión es única y sabrás que has encontrado al fotógrafo indicado para ti cuando te embargue esa sensación de tranquilidad una vez conozcas su trabajo.
Así como los novios tienen su propio recorrido de preparación hacia el camino al altar, los fotógrafos también lo tenemos. La preparación mental del profesional de la fotografía es un proceso creativo único de cada autor. Es por esto que cada cual tiene su ritual acomodado a su medida.
Así es como todo empieza
Este proceso toma en consideración las necesidades del cliente y sobretodo el look deseado para el producto final. Antes de este día normalmente ya existe un plan de acción trazado previamente. Cosas como el scouting de las locaciones, sesiones de preboda. Una que otra reunión preliminar para fijar estilos fotográficos y requerimientos especiales. Revisión de cronograma del evento y cualquier otro detalle que le corresponda al fotógrafo saber.
El día D cada fotógrafo sigue una serie de pasos para asegurar que todo fluya de la mejor manera posible. A solo horas del gran evento nos aseguramos que todas las baterías de los equipos estén cargadas. Que las tarjetas de almacenamiento estén empacadas en el maletín. Que los lentes necesarios para la cobertura hayan sido empacados. Que las luces que vayamos a necesitar hayan sido probadas con anticipación y que el cronograma de la boda esté en nuestro bolso. Un pow-wow meeting con los asistentes y second shooters es sumamente necesaria. De esta manera todo el equipo estará en la misma página y no se escapará ningún momento importante digno de ser fotografiado.
Cada boda y locación requiere de un equipo diferente de acuerdo a las circunstancias. Es deber del fotógrafo prever qué equipos va a necesitar para poder lograr las imágenes acordadas con los novios. Uno de mis momentos favoritos es el getting ready de la novia. Es justo aquí cuando empieza la magia. Estas horas previas son aquellas en la que me puedo adentrar en la intimidad de cada una de mis novias y lograr las imágenes más emotivas y personales. Es por este momento en especial que la conexión entre la novia y el fotógrafo es primordial. Si los novios no estuviesen cómodos con su fotógrafo esa sensación se verá reflejada en las imágenes.
Un plan B
La cobertura fotográfica de una boda es como una montaña rusa, una vez que empieza no termina hasta que dé la vuelta completa. Es por esto que debemos estar preparados para lo que nos lance la celebración. Sin embargo, aunque tratemos de predecir algún inconveniente, siempre existe la posibilidad de que algo suceda. Es por esto que no puede faltar un Plan B.
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