Los berrinches son hechos inevitables de la infancia. Cuántas veces no has visto a un niño llorar, patalear, tirarse al piso como reacción de rebeldía y enojo. Esto suele suceder muy a menudo.
En los niños de 1 a 2 años los berrinches se derivan de necesidades como alimentación, cambio de pañal, aburrimiento o preferencia por algún juguete. En cambio, los niños de 3 a 5 años de edad utilizan las rabietas como una lucha por el poder, de ganar la voluntad de sus padres.
En ambos casos se manifiesta una frustración por querer obtener algo, por lo que los padres deben estar atentos y saber reaccionar ante las actitudes o malcriadeces de sus hijos.
Si el niño insiste en algo y luego empieza a hacer un berrinche no le hagas mucho caso. No le prestes importancia, ya que eso es lo que él quiere conseguir. Dale su propio espacio y deja que se le pase el enojo.
Es recomendable crear una distracción. Cámbiale el tema y no te enojes. No puedes enfrentar su enojo saliendo igual o peor. Una buena táctica es cargar un juguete en tu bolso, dulces o algo que llame la atención. Inmediatamente que empiece el berrinche distráelo con lo que le gusta. Hay mamás que perciben este tipo de actitudes y actúan antes del enojo.
Los padres no deben perder la calma ante sus hijos. Si el berrinche es en público es mejor que te alejes del lugar donde inició. Sin embargo, nunca cambies tus reglas. No dejes que consigan lo que quieren, ya que deben aprender a respetar las decisiones de sus padres.
¿Alguna vez haz probado abrazar a tu hijo cuando hace un berrinche? Aun que no lo creas, si funciona. Dale un abrazo grande y firme sin decirle nada. Esto le dará seguridad.
No te avergüences cuando esto pase enfrente de mucha gente. Es posible que las personas lo vean, que esto no te desconcierte y actúa de la misma manera que lo harías si están en la casa. Las rabietas son reacciones normales, irán desapareciendo en la medida que tu hijo vaya creciendo.
¿Que experiencias has tenido tú con las rabietas de tus hijos?