A medida que avanza el tiempo nos estamos haciendo indiferentes al dolor ajeno. Lastimosamente la primicia es que lo que más nos llama la atención el hecho de pensar que podemos ayudar a otras personas… Pero ¿esto es simplemente porque queremos o hay alguna razón por la que actuamos así?
Por Miriam Martínez – @spectrum.audiovisuales
Yo siempre me he realizado esta pregunta ¿qué nos esta haciendo insensibles ?
Aunque no lo creamos si hay motivo para esto y es el “efecto espectador” no es algo nuevo, ha existido siempre, sólo que ahora, las nuevas tecnologías evidencian su lado más cruento.
Muy a menudo vemos casos donde hay una desgracia, un suceso, un atentado, una catástrofe; las personas prefieren grabar un suceso antes de intervenir para ayudar a una víctima.
Este efecto que es muy importante para la psicología social dice que Si ocurre una emergencia y solo está presente un espectador, entonces la ayuda sólo puede venir de esa persona.
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Por ejemplo: cuando sucede una emergencia, hay más probabilidades de que nadie haga nada por socorrer a la víctima cuantas más personas haya observando ese suceso. En cambio, si sólo hay una persona contemplando la escena, las posibilidades aumentan.
En 1968 se llevo un estudio de laboratorio bajo los Psicólogos socialistas Latané y Darley quienes hicieron una situación donde se tenía que tomar una decisión el estudio arrojo como resultado que cuando sólo había una persona, el 85% de los sujetos reaccionaba pidiendo ayuda. Pero cuando hubo hasta seis individuos participando, ese porcentaje bajó hasta el 31%.
La pregunta es ¿porqué sucede? Muchos pensamos que otras personas intervendrán, quizá más capacitadas que nosotros, y su ayuda será más efectiva que la que nosotros pudiéramos dar.
Podemos tomar la decisión de ayudar: muchas veces la ayuda puede verse afectada por miedo a las posibles consecuencias negativas.
Por ejemplo, si te paras a ayudar a una persona que se está ahogando, puede que te ahogues tú también en el intento, o que la persona que parece necesitar ayuda sea un criminal que sólo está fingiendo que tiene un problema.
Muchos pensamientos llegan a nosotros y por ellos dejamos de actuar pero afortunadamente también es importante reconocer que hay héroes que solo actúan por impulso para ayudar sin esperar nada a cambio. Vi una entrevista que le hicieron a una persona accidentada. En su relato el comentaba había gente que cuando vio el accidente se bajó y se lanzó a ayudarnos sinceramente estas palabras me llenaron de esperanza porque significa que aún hay solidaridad con él prójimo.
“NUNCA DEJEMOS DE SER SENSIBLES PORQUE DE ALLÍ VIENE NUESTRA HUMANIDAD” (Miriam Martínez).