Leo Messi y su familia ya están en París para iniciar una nueva vida, tras el flamante fichaje del crack argentino por el PSG. Nada más aterrizar en la capital francesa; rodeado de una enorme expectación y la locura total por parte de los aficionados galos; el jugador ha saludado a los cientos de personas que se agolpaban para ver a su ídolo a su llegada al aeropuerto Paris-Le Bourget.
Muy sonriente, el delantero ha lanzado su primer guiño a la hinchada del club parisino con la camiseta que lleva puesta; donde se puede leer en francés su grito de guerra: «Ici est Paris» («Aquí está París»). También a las puertas del estadio del PSG se han reunido un nutrido grupo de seguidores; que esperan con ansias y en ambiente de jolgorio poder ver de cerca a la estrella.
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Esta mañana, el futbolista ponía rumbo a su nuevo hogar en avión junto a su mujer Antonella Roccuzzo y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. También ante una gran multitud, el ya exjugador del Barça y los suyos eran captados en el aeropuerto El Prat Josep Tarradellas de Barcelona cuando se dirigían a la terminal de embarque.
Ha sido tal la afluencia de medios de comunicación y aficionados que querían despedirse de Messi, que los cuerpos de seguridad han tenido que habilitar un pasillo por donde pudieran pasar tranquilamente Leo y los suyos; acotando una zona especial para la prensa y los seguidores azulgranas.
El delantero de 34 años, que también iba acompañado por su padre y representante Jorge Messi, ha declinado hacer ningún tipo de declaración antes de partir. Por su parte, su mujer ha compartido una bonita imagen de la pareja cuando ya estaban sentados en el interior de la nave; junto a un emotivo mensaje que dice: «Con toda (la fuerza) hacia una nueva aventura juntos los cinco».
Otras de las secuencias que nos deja esta intensa jornada para Messi y su gente ha sido ver cómo una grúa retiraba del Camp Nou la imagen gigante del astro que empapela parte de la fachada del estadio culé junto a otros jugadores del equipo.
Parece claro que la profunda tristeza que mostraron Messi y su familia el pasado domingo, durante el acto oficial de despedida al F.C. Barcelona, se ha tornado hoy en sonrisas por la excitación que supone emprender este nuevo reto.
Según medios deportivos y a la espera de confirmación oficial por parte de PSG, el contrato que uniría a Messi con su nuevo equipo se extendería durante las dos próximas temporadas más una opcional. De esta forma, el jugador y su familia fijarían su residencia en la ciudad de la luz como mínimo hasta mediados de 2023.
La propia Antonela ya avanzaba el otro día como afrontan lo que viene; asegurando que resultaba muy «difícil resumir en pocas líneas todos estos años vividos. Tantas emociones que dejaron sus huellas para siempre en nuestras vidas… pero, como dice el dicho, ¡lo que no nos mata, nos fortalece! Y con la familia como base saldremos a la cancha otra vez; más fortalecidos que nunca… Vamos juntos hacia donde sea, ¡pero siempre hacia adelante! ¡Te amo mi amor!», le decía a su marido.
No hay duda que el 8 de agosto fue uno de los días más dolorosos para Leo Messi y su familia, una jornada que seguro recordarán para siempre. El jugador se despedía del club de sus amores arropado por su mujer y sus tres hijos.
El delantero argentino se rompía nada más comenzar la rueda de prensa y apenas podía articular palabra. Delante de él y sentada en primera fila junto a sus pequeños; su esposa también se emocionaba al ver cómo su marido se derrumbaba.
Incluso, en un momento dado, las cámaras captaban cómo Antonella se levantaba para darle a su pareja un pañuelo con el que poder secar su desconsolado llanto. No resultó nada fácil para el mayor goleador de la historia blaugrana, que ponía fin a más de dos décadas seguidas de triunfos en el que considera su hogar.
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«Queríamos estar en nuestra casa, en Barcelona», confesaba en relación a los deseos que tenían tanto él como su esposa y sus hijos de permanecer en la ciudad condal. «Tras 21 años, me voy con mi mujer y con tres catalanes-argentinos», añadía sobre la hermosa y unida familia que ha formado en nuestro país. «No puedo estar más orgulloso. Después de un tiempo fuera, volveremos»; sentenciaba en alusión al interés que tienen de regresar a vivir aquí de nuevo una vez se retire.