La esposa del rey Carlos III ha entregado los muñecos que centenares de británicos dejaron por todo el país en honor a la difunta monarca a la institución benéfica infantil Barnardo’s, de la que es patrona desde 2016.
La reina Camila ha entregado este jueves los cientos de ositos Paddington de peluche que miles de personas depositaron a las afueras de varios palacios reales tras el fallecimiento de la reina Isabel II. Los osos, tan ligados a la cultura británica como la propia monarca, han sido donados a jardines de infancia para encontrarles un nuevo hogar.
Los osos se han entregado a niños vulnerables apoyados por la organización benéfica Barnardos. Antes de entregarlos, han sido sometidos a un proceso de limpieza profesional para que les lleguen en las mejores condiciones posibles.
La reina consorte no ha estado sola en la guardería Bow, al este de Londres. Le han acompañado Karen Jankel, hija del autor de ‘Paddington Michael Bond’, y dos de los actores de la película sobre el oso, Hugh Bonneville y Madeleine Harris.
Desde 2016, Camila es la patrona de la fundación, cuando tomó el relevo de la reina tras casi 30 años al mando. Se han entregado más de mil peluches que recogieron 200 voluntarios en la capital inglesa en los días de luto por la muerte de la monarca.
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Los osos de peluche se convirtieron en un símbolo tras el fallecimiento de la reina Isabel II. Todo después de aparecer en un sketch de comedia junto al oso animado durante su Jubileo de Platino en junio. En el video, se ve a la monarca invitándole a tomar el té y revelándole lo que siempre guardaba en su bolso de confianza: un sándwich de mermelada.
Tras su muerte, las ventas de los ositos se han disparado. Tanto, que han subido su precio: de 12 libras a 35. Hasta el príncipe Guillermo de Gales se emocionó con el homenaje de los británicos: “Son las cosas que no esperas las que más te afectan”, explicó días después del fallecimiento.
la entrega de los osos, también han ayudado los taxistas de la ONG Taxi Driver’s Charity for Children, que han trasladado los peluches a los disntintos centros de Barnardo’s.