La vida es relación. Es un mar de vaivenes entre sentires profundos, armonías y desarmonías. La vida es un entramado de relaciones donde las emocionalidades fluyen, se articulan, se toman de la mano y se sueltan de vez en vez; donde comparar no las singularidades emergen y la identidad personal pasa a lo social y viceversa.
Por Ildaura Rolon – @se_arcoirs
También la vida es un proceso donde cada persona se construye de manera permanente y desde esa construcción, emerge el Sí Mismo, la Autenticidad.
La reflexión del día de hoy es acerca de la importancia de comprender la forma como cada persona se construye a partir de una infinidad de influencias que van tocando la vida del SER y, al tiempo, nos van configurando en quienes somos. Todos somos resultado de historias y eso es lo que constituye la tan respetable singularidad.
En éste marco, la importancia de comprender la diferencia de cada quien es necesaria porque, no sólo es la apariencia de una persona lo que puedo ver de ella, es lo que escucho, de lo que me doy cuenta que siente, la forma como actúa, como se expresa, como afronta o no la vida. Todos somos mucho más que eso. En nuestro mundo interno hay una serie de combinaciones que hace que emerja como resultado la diversidad.
Es importante evitar comparar a las personas porque quitamos su singularidad, porque las identidades son diferentes, porque somos únicos e irrepetibles y compararnos mutila la oportunidad de SER desde la magia de lo personal, lo íntimo, lo único. Hacer comparaciones nos pone en contraste con lo que probablemente no somos y así, sin querer, borramos el Sí Mismo de quien se compara. Es tan peligroso que podemos invisibilizar sus tesoros.
Algunas claves para evitar comparar a las personas:
1.- Comprender que cada persona es resultado de una historia.
2.- Que uno de los grandes tesoros con los que contamos es la AUTENTICIDAD.
3.- Que el respeto a la diversidad es el Respeto al Ser Humano y a la humanidad de cada quien.
Lee también: El arte de tomar decisiones y estar satisfechas con ellas
Evitar comparar abre la oportunidad de dejar aparecer a la otra persona, de que seamos quienes somos con libertad, con responsabilidad y compromiso con el Sí Mismo y con el Otro. Es observarnos, escucharnos, comprendernos desde nuestra propia singularidad y autenticidad con alegría y respeto.
Si te gusto la nota sigue a Ildaura aquí.