El uso de tintes para el cabello suele ser el método más utilizado por hombres y mujeres para tapar los pelos blancos, los cuales son vistos socialmente como sinónimo de vejez.
La aparición de las canas se ha convertido en el dolor de cabeza para algunas mujeres a las que no les gusta su aspecto visual con el cabello parcial o completamente blanco. Afortunadamente, existen variedad de colores disponibles para que sean aplicados en el cabello.
Las canas son pelos que carecen de melanina, pigmento que se encarga de darle color tanto al cabello como a la piel, el iris del ojo y el vello corporal. El color del pelo está determinado por la cantidad de melanina que se acumula en él, según información de la compañía de salud Sanitas, de España.
“El color del cabello se debe a un pigmento, llamado melanina, que producen los folículos pilosos. Los folículos pilosos son estructuras en la piel que producen y permiten el crecimiento del cabello. Con la edad, los folículos producen menos melanina y eso provoca las canas”, precisa la fuente consultada.
El uso de tintes para el cabello suele ser el método más utilizado por hombres y mujeres para tapar los pelos blancos, los cuales son vistos socialmente como sinónimo de vejez.
Es importante tener en cuenta que hay algunos colores que taparán de mejor manera las canas, la idea es elegir el que esté más acorde al estilo, la personalidad y el tono de piel, así lo explica el portal experto en cuidado del cabello L´oréal.
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“Los colores como el caramelo, el castaño claro, el marrón dorado o el marrón ceniza aportarán frescura a la piel. Se trata de tonos muy versátiles, no demasiado oscuros y son algunos de los mejores colores para ocultar el gris”, explica.
Causas de la aparición de canas
Las canas pueden tener distintos orígenes y, por ello, alertar de algunos problemas como:
- Genéticos, sobre todo en la de tipo poliosis.
- Estrés, que altera el funcionamiento del metabolismo y las hormonas, afectando a la producción de melanina. Un estudio publicado en 2013 halló en ratones que el estrés puede interferir en las hormonas que regulan la producción de color.
- Carencias alimenticias.
- Enfermedades: vitíligo (patología cutánea de despigmentación de la piel, los ojos, las mucosas…), déficit de vitaminas (como carencia de vitamina B12, importante para la producción de glóbulos rojos, un trastorno llamado anemia perniciosa) u otros antioxidantes, como hierro, cobre o zinc; hipotiroidismo (disminución de la función de la glándula tiroides) o la extraña patología de síndrome de Werner, caracterizada por envejecimiento acelerado.
- Productos o agentes químicos, como tintes o el abuso o mal uso de secador o plancha, así como el consumo de tabaco -los fumadores tienen cuatro veces más probabilidades de canicie- o ciertos medicamentos.
- Mala higiene del cabello o el uso de agua muy caliente.
Se debe tener en cuenta que aplicar tinturas con regularidad puede ocasionar que el cabello se torne más frágil y quebradizo. Así mismo, se despoja de aceites naturales, lo que deriva en problemas de sequedad.
Tinturar el cabello muy seguido también puede afectar la raíz del mismo, aumentando el riesgo de perder el pelo a futuro. Por esta razón, Salud 180 sugiere teñirlo cada seis u ocho semanas, dando el tiempo suficiente para que se recupere antes de un nuevo procedimiento.
Es importante consultar con el dermatólogo de confianza el tipo de tintura adecuada para minimizar daños en la salud de la piel y el cabello. Esto se debe a que cada organismo puede reaccionar de diferentes formas a la aplicación de estos tintes que en su mayoría se fabrican a base de sustancias químicas.