“Lo confieso, me he tomado todo el vino de Miami”, me dijo Lorena apenas abrimos la llamada de su sesión.
Llegó desesperada, con ganas de agarrar su maleta, sus tres hijas y al perro y salir corriendo para nunca más volver. La razón, cerraron el aeropuerto el día antes de que su suegra tuviera que regresar a su país de origen y se tuvo que quedar durante el confinamiento con ella.
Laudy Sarli @laudysarlilove
La relación ha sido muy difícil. Trata a mi marido como un niño, me dice, hace comida solo para ella y para él, lo único que le falta es dársela en la boca. Le pregunta todos los días si va a salir así sin peinarse, yo cada vez que la oigo no sé si reír o llorar, me contó compungida.
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Lo cierto es que ya la relación con su suegra se ha deteriorado tanto en estos últimos dos meses, que hasta está afectando su relación de pareja. Él le cree todo lo que ella le dice, aunque no sea cierto y eso hace que cada día más me decepcione y pierda admiración, ya ni siquiera quiero responderle en la cama de la rabia que me da toda esta situación, me dijo.
El tema suegra a veces puede ser complejo.
Son incontables las relaciones que se han visto afectadas y hasta han terminado cuando los familiares se entrometen tanto en las decisiones de la pareja como en la propia vida.
Es muy importante llegar a acuerdos desde muy temprano en la relación en cuanto a los espacios que se desean compartir y respetar la voluntad de ambos de poner límites cuando así se considere. La inteligencia emocional y la comunicación deben ser los elementos reinantes en todas las relaciones, pero cuando las mismas no son sostenibles y no hay disposición de la otra parte a ceder, buscar el bienestar emocional propio y del núcleo familiar siempre debe ser la prioridad de ambos miembros de la pareja; vela siempre por llegar a acuerdos con tu hombre desde el principio para evitar en lo posible este tipo de situaciones.
Además, no puedes permitir que las situaciones externas te desconecten de tu pareja, ni emocional ni sexualmente. Recuerda que una pareja que no tiene sexo y pierde la intimidad no es una pareja, es un par de amigos, compañeros de piso o un par de personas llevando a cabo un proyecto llamado hijos pero no es una pareja, pues lo único que diferencia a una pareja de unos amigos es el sexo.
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Cuéntanos, ¿has tenido alguna situación de este tipo? ¿cómo la manejaste?
Cuándo tenemos una pareja, ¿adquirimos a la familia también? ¿Cuándo se ponen los límites? Como en toda relación, los acuerdos deben relucir desde muy temprano en las interacciones, tanto con los familiares como con la propia pareja. Es muy personal la manera en que lo lleves, lo importante es siempre mantener el respeto sin importar la situación.
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¡Te espero!