«A la boda del herrero, cada cual con su dinero»
Recuerdo como si fuera ayer el día en que decidí planear mi boda yo sola. En aquellos tiempos estaba dando mis primeros pasos en el vasto mundo de la organización de bodas y estaba aprendiendo muchas cosas en el proceso.
Por: Ileana Forero
Supe, desde un principio que sería una aventura llena de altos y bajos. Lo comprobé justo en el momento en que me senté a hacer una lista de las cosas que debían ser ejecutadas antes de llegar el gran día. Para mi sorpresa, fue casi como si me hablaran seis personas en unísono y me jalaran cada una en direcciones diferentes al mismo tiempo.
Fue muy abrumante. Entonces comprendí que si el objetivo era que el día de mi boda fuera inolvidable tendría que tomar decisiones importantes y puntuales que no podría delegar a nadie más.
¿Que tipo de boda será?
En dieciséis años muchas cosas han cambiado y otras tantas se han seguido poniendo en práctica. Sin embargo lo primero que tú y tu prometido deben decidir sin ayuda de nadie más es qué tipo de boda quieren tener. ¿Será una boda de destino?, ¿en un bote?, talvez una boda íntima con pocos invitados o será la boda del año con 300 personas.
Esta decisión es sumamente relevante, ya que determina el siguiente paso con el mismo grado de importancia: ¿Cuál es el presupuesto para el gran día?, ¿ Cuánto están dispuestos a gastar sin tener que romper el cochinito de los ahorros?
En Panamá, aún se estila que la familia de la novia corra con casi todos los gastos de la boda. Mientras, la familia del novio asume algunos costes tales como la luna de miel, el licor de la fiesta, el traslado de la iglesia a la recepción y una que otra cosa más.
Si este es tu caso entonces durante el proceso de determinar el presupuesto de tu boda los padres deben participar sin lugar a duda. Establecer desde muy temprano quién paga por que te ayudará a un mejor flujo en la toma de decisiones durante la planificación de tu boda.
¿Quién estará invitado?
Muy cerca de la decisión del presupuesto en grado de importancia está la pregunta del millón: ¿A quién invitas a tu boda?. Está de más recordarte que es tu boda y la de tu prometido, por lo tanto los invitados de su día D deben ser primordialmente sus familiares y amigos.
La lista de invitados debe ser la lista de los novios no la lista de los padres, quienes tienen compromisos sociales y laborales diferentes a los de ustedes dos. Por supuesto que la primera lista que elaboren entre las dos familias (si los padres están costeando la boda) será kilométrica. No obstante, existe una manera muy peculiar y fácil de superar el reto de tachar personas de la misma para finalmente terminar con la cantidad que puedas permitirte dentro de tu presupuesto. A continuación la infografía que te quitará uno que otro dolor de cabeza:
¿Qué fecha será mejor para mi boda?
Aunque para muchos la fecha en que deciden contraer matrimonio no es de mayor relevancia yo considero este punto muy significativo. El mes y la temporada que escojas puede ser tanto representativa para tí y el novio como favorable a la hora de ahorrar algunos chavitos en el proceso. Así como las temporadas y los cambios de estaciones durante el año definen a la moda, también definen las temporadas altas y bajas de los hoteles, salones de fiesta, decoraciones, servicios varios y la disponibilidad de flores.
Toma en cuenta todas estas alternativas a la hora de decidir cuál será el aniversario que celebrarás el resto de tu vida. Si eliges una fecha que tenga un significado sumamente especial, por ejemplo: Navidad porque se conocieron un Diciembre mientras esquiabas en vacaciones o Febrero porque se comprometieron en San Valentín, entonces debes estar dispuesta a pagar un poco más y reservar con mucho tiempo de anticipación tanto el lugar de la recepción como todos los servicios para tu boda.
¿Fotografía, video o ambas?
Sin importar tu preferencia, la contratación del servicio fotográfico y de video para tu boda debes hacerla tú personalmente. Es imperante que conozcas el trabajo del encargado de documentar un momento tan importante como este.
No dejes esta contratación para lo último ya que los fotógrafos que se dedican a bodas mantienen unas agendas bastante apretadas y más durante las temporadas altas de primavera, verano y festivos. La conexión que hagas desde un principio con esta persona y con su estilo de trabajo te garantizará un resultado satisfactorio al final de la jornada. Para los gustos los colores, hoy en día existen muchos estilos fotográficos de donde escoger y de precios variados que se ajustan a cualquier presupuesto.
