¿Qué ves cuando me ves?, quizás lo que tu deseas ver. Muchas veces nos ocurre que vemos a los que amamos tan felices que nos dejamos arrastrar por lo que ellos desean y no expresamos nuestra propia individualidad.
Este es un tema extenso para hablar y de compartirlo con un psicólogo si es necesario más hoy les contare sobre esta paradoja para reflexionar.
Por Deylin Hernández – @gestandod
La paradoja de Abilene, es un cuento de Jerry Harvey, de la Universidad George Washington y esta se usa para dar sentido cuando muchas personas se van por una opción cuando no era la que querían solo por seguir un líder, un ideal o un equipo, aun cuando están consiente que no es la mejor opción.
En fin, el siguiente párrafo narra parte literal del cuento: “En una calurosa tarde, un matrimonio y su suegra están jugando al dominó a la sombra. El suegro propone hacer un viaje a Abilene (un caluroso viaje de más de 80km). La mujer acepta « ¡Gran idea!». El marido dice «A mí me parece bien, espero que a tu madre también». «Por supuesto», responde. Tras realizar el viaje, con más horas de lo previsto, malhumorados y agotados, la suegra dice «Menudo viaje. Hubiera preferido quedarme en casa, pero acepté porque estaban muy ilusionados». El marido reconoce que vino sólo para satisfacer al resto ya que pensó que estarían aburridos, mientras que la mujer sostiene que aceptó para no estropear el plan de los demás. Finalmente, quedan perplejos. Decidieron en común hacer un viaje que ninguno de ellos quería hacer”.
En mi caso trato de tener mesura para no hacer sentir mal a lo demás, a tal punto que me dicen: que le digo las cosas tan bonitas o maquilladas que le da pena cuando reflexionan y es un llamado de atención, esto ha llegado a general polémica muchas veces, por no querer hacer lo que no me hace feliz del todo.
Un fantástico relato corto para adultos que explica por qué a veces hacemos cosas que no queremos recomiendo este relato ‘La paradoja de Abilene’ o ‘El viaje a Abilene’, para reflexionar con un buen ejemplo por qué tantas veces terminamos haciendo cosas que no queremos, simplemente por qué nos dejamos arrastrar por los demás o por miedo a defraudar a otros.
También pasa cuando emprendes, al inicio no falta quien te diga que estas demente con tu idea, y si te dejas llevar por esos comentarios hasta ahí llega tu sueño, creo que a todos nos pasa, en que llevo 6 años de aprendizaje con mi emprendimiento todavía no es lo que yo sueño hacer al 100% más vamos en ese proceso, ya perdí el número de veces que me han dicho que tire la toalla más el único lugar donde quiero tirar la toalla es en la playa cada individuo debería según mi opinión debería ser más constantes, insistente, definido en sus ideales.
Como dice mi abuela sabía dejar de complacer a los demás y comenzar a complacerte a ti mismo. Hay que comenzar a romper con esos patrones de auto saboteo. Hagámoslo cortemos ese confortable borreguismo sino siempre seremos esclavos de lo que callamos.
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