Los hombres, generalmente, viven su mundo en cuanto al orden. Para ellos resulta genial dejar las cosas en el mismo lugar para saber dónde encontralas la próxima vez que las utilicen. Parece que su cuarto es su zona, la cual pueden tener como mejor les convenga. Cuando viven con sus papás, sus mamás son las que se encargan de ordenarles su cuarto y cuando viven solos, ordenan su casa cada fin de semana (si se puede).
Para ellos, no es problema dejar desordenada su cama, los zapatos tirados, la ropa en el baño o en el cuarto, dejar en cualquier sitio los vasos o platos, etc. Este panorama resulta incomodar un poco a las mujeres, más cuando se vive en pareja.
Aquí te decimos qué hacer si tu pareja es desordenada. ¿Tendrá remedio? Descúbrelo aquí:
Habla con él
Este es el primer paso. La comunicación es uno de los factores más importantes entre la pareja. Si no hay diálogo, difícilmente tendrán entendimiento o llegarán a un acuerdo en el que los dos estén contentos con la decisión tomada.
Reparte las labores del hogar
Hace varios años, las mujeres se encargaban de hacer todas las labores domesticas del hogar, no obstante esto ha tenido sus cambios. En la actualidad, los hombres también ayudan a su pareja, puesto que la mujer se desempeña como profesional y cuando llega de su trabajo está igual de cansada que su pareja.
No seas tan dura con él
A lo mejor no es experto en cocinar o limpiar la casa, pero no se lo digas tajantemente. Siempre debes resaltar lo bueno, él se sentirá orgulloso.
Que él escoja hacer lo que más le acomode
Por ejemplo lavar los platos, barrer, acomodar la ropa,cocinar, etc. Con esto, él no sentirá como que le impones las tareas del hogar, ya que el habrá escogido en lo que quiere ayudar.
Cada uno tiene sus responsabilidades
Si él no cumple con sus tareas, no las hagas. Cada quien es responsable de sus actividades en el hogar.
No centres toda tu atención en su conducta desordenada
Si estás con tu pareja es porque tiene miles de cualidades que te enamoran de él. No te enfrasques solo en su desorden. También, debes reconocerle sus cualidades.