La reina Camila tuvo oficialmente un papel secundario en la coronación de su esposo, Carlos III, que tuvo lugar el pasado sábado en la abadía de Westminster. Sin embargo, la consorte del rey acaparó todas las miradas en momentos clave de la ceremonia como su propia entronización, sin olvidar esos planos de cámara en los que su media sonrisa y demás gestos faciales denotaban un gran nerviosismo e incluso cierta incomodidad por su parte.
Sea como fuere, la reina, cuyo título ya se ha desprendido del adjetivo ‘consorte’, deslumbró ante los presentes gracias a un vestido inmaculado cuyo bordado estaba cargado de «simbolismo», como ha explicado el autor de la pieza, Bruce Oldfield. Se trata de un diseñador que lleva trabajando con Camila desde hace más de una década, por lo que ambos mantienen una relación de total confianza. «No tuve que pasar ninguna noche sin dormir por este vestido», ha señalado para constatar que sabía muy bien lo que hacía y lo que la reina esperaba de su trabajo.
«La verdad es que dimos con la clave notablemente rápido, porque llevo haciendo vestidos para ella desde hace diez o doce años. Puedo decir que sé más o menos lo que le gusta. También conozco muy bien su figura, lo que le gusta y le sienta bien. También sé muy bien lo que no le gusta, así que me resultó fácil», ha indicado en conversación con Entertainment Tonight.
Oldfield ha aprovechado la ocasión para desvelar algún que otro detalle del atuendo que, sin duda, tuvo que pasar desapercibido para los televidentes. Y es que, en la falda del vestido de la reina se encontraba un «bolsillo secreto» que pudo haberle resultado muy útil durante las largas horas en que permaneció sentada. La idea era que Camila pudiera recurrir a un pañuelo oculto si le embargaba la emoción en los instantes más significativos del acto.
«Iba a estar sentada la mayor parte del tiempo en uno de los tronos, así que posicionamos el bolsillo secreto en la parte delantera. Entonces, si tiras un poco de la falda superior, puedes acceder fácilmente al bolsillo», ha declarado sobre tan ingenioso truco. No obstante, Oldfield desconoce si finalmente la reina optó por guardar algo en su interior, teniendo en cuenta que no han trascendido imágenes que la mostraran ajustándose demasiado su vestido o jugueteando con la falda.