Tras dos días marcados por las celebraciones en torno a la coronación del rey Carlos, que incluyeron un permiso especial para que los pubs pudieran abrir hasta más tarde, este lunes se ha instado a los británicos a que participen en distintas actividades de voluntariado para cerrar el fin de semana largo.
El primer ministro Rishi Sunak ha estado preparando comida en un ayuntamiento de Hertfordshire, y los duques de Edimburgo han asistido a un entrenamiento de perros guía en Berkshire. Los príncipes de Gales también se han unido a esta iniciativa bautizada como The Big Help Out visitando un grupo de scouts -el 3rd Upton Scout de Slough- con sus tres hijos para formar parte de un evento benéfico.
Ayer domingo el príncipe Louis no asistió al concierto celebrado en el castillo de Windsor porque comenzaba pasada su hora de irse a la cámara, pero el sábado sí estuvo presente en el servicio religioso durante el que se coronó a su abuelo. A sus 5 años, uno más que su primo Archie, el benjamín de William y Kate ha ido ganando cada vez más peso en las apariciones públicas de la familia real, y está garantizado que se convierta en el centro de todas las miradas con sus ocurrencias.
Hoy lunes ha tenido la oportunidad de conducir una pequeña excavadora con ayuda de su padre y también ayudó a cavar una zanja. Las actividades fueron muy variadas e incluyeron tiro con arco y pintura, y como recompensa, al final Louis pudo tostar malvaviscos con ayuda de su madre. El príncipe William aseguró a todos los presentes que eso le había alegrado el día a Louis, que estaba demasiado concentrado comiendo su sándwich de malvaviscos como para prestar atención a lo que estaba diciendo su padre.