Muchísimas personas han muerto de VIH por no haber una cura para esta enfermedad, la respuesta es que miles y miles de personas en el mundo han fallecido por este padecimiento.
En la actualidad hay alrededor de 36,7 millones de personas que viven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Cada año se suman millones de casos nuevos, por ejemplo, en el 2015, surgieron 2,1 millones de infecciones por VIH en países subsaharianos.
Ahora, la primera vacuna para el VIH se encuentra actualmente en la fase I de la prueba experimental y pasará a las fase II para el 2017.
Durante el desarrollo de una nueva vacuna siempre se debe cumplir un protocolo muy riguroso. El mismo consiste en cumplir cuatro fases durante el ensayo clínico de la vacuna.
A modo resumido, la fase I implica la administración en humanos, que se realiza con el propósito de detectar toxicidad de la vacuna. Una vez que la vacuna demostró ser segura, como es en este caso, se procede a la fase II. Durante la siguiente fase, se administra el fármaco a un grupo de individuos que presentan la enfermedad para determinar si la vacuna es eficaz y establecer cuál es la dosis óptima para tratar la enfermedad.
Si la fase I y II resultaron positivas, entonces se procede a la fase III. En esta fase, se busca detectar con mayor precisión algún indicio de toxicidad, involucrando muchos más pacientes y médicos.
La vacuna se conoce actualmente como SAV001 y su principio difiere notoriamente de otros intentos de vacunas contra el VIH.
En este caso en particular, la vacuna fue diseñada con unidades del virus VIH inactivo y que fueron genéticamente modificadas para no infectar células humanas.
Básicamente, las vacunas de este estilo contienen el virus entero que se encuentra muerto o modificado de modo tal que no es capaz de infectar al humano. Esta clase de vacunas son utilizadas, por ejemplo, contra la hepatitis A y la influenza, entre otros virus.
Pero en el caso del VIH los científicos no estaban del todo seguros de que fuera realmente posible desactivar el virus. En este intento, los científicos lograron extraer material genético del virus y lo reemplazaron por otro material genético completamente inofensivo. De este modo, la vacuna podría lograr lo que muchas otras han logrado y erradicar o controlar el virus en gran parte del mundo.
Si la fase II es exitosa, se realizará un paso final que consistirá en estudiar el efecto de la vacuna en 6000 personas a nivel mundial.
Por ahora, es pronto para suponer que será el caso, ya que muchas veces sucede que la fase I resulta exitosa y no es el caso para la fase II. Esperemos que para la vacuna SAV00I sea el caso y así terminar de una vez con uno de los virus más temidos por la humanidad.