“ Juro que fue el momento en el que más fuerte, más empoderada, más libre y más honestamente bella me he sentido jamás», destaca en una carta abierta en Lenny.
La cantante Alicia Keys describe la frustración por la presión de estar siempre bella, sexy y deseable que empieza desde la temprana adolescencia y que en su caso la fama sólo había acrecentado.
Así describe Keys el momento en el que se dio cuenta de que quería dejar de usar maquillaje, traducido por Glamour: «Todo sucedió cuando tuvimos que fotografiar la portada de mi último álbum. Acababa de llegar del gimnasio, llevaba un pañuelo debajo de la gorra y Paola -la fotógrafa- me dijo ‘Te tengo que fotografiar ahora mismo, así. La música es cruda y real, y estas fotos deben serlo’. Me quedé en shock. Al principio estaba nerviosa e incómoda, mi rostro estaba totalmente limpio y llevaba una sudadera. Le pregunté: ‘¿Ahora? ¿Ahora mismo? Quiero que sea realista pero esto quizá sea demasiado real’. Y así fue, empezó a hacer fotos». El resultado habla por sí mismo.
Esta decisión no podría ser más coherente con el momento que vive la carrera de Alicia Keys. Ganadora de quince Grammys, autora de un puñado de canciones que forman parte de la banda sonora del siglo XXI, Alicia se había convertido en epítome de una mezcla de soul y R&B, de baladones que sonaban lo mismo en discotecas que en interludios de Mujeres y hombres y viceversa.
El escándalo también la ha esquivado. La rozó cuando la primera esposa de su actual marido, la también cantante Mashonda, la acusó de ser “una destrozahogares”, pero la polémica duró poco. Por el bien de la relación entre sus hijos, los adultos hicieron las paces y hoy Alicia aparenta tener la rutinaria y aburrida vida de una persona estable y feliz.
Su decisión de sumarse al movimiento #nomakeup funciona como decisión estrictamente personal y a la vez como ejemplo para el que lo necesite. Por supuesto, no hay nada malo en dejar de utilizar maquillaje.
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