La hermosa Arna Jónsdóttir es la representante de Islandia en el certamen de belleza Miss Grand International.
No obstante, la chica no sabía que un comentario le haría cambiar tanto de opinión.
Todo sucedió cuando el organizador del concurso, Nawat Istaragrisil, le pidió a Miss Islandia que perdiera peso para participar en el evento porque estaba »demasiado gorda».
Su sugerencia (exigencia) fue que ya no desayunara, que almorzara solo una ensalada y que bebiera mucha agua todas las noches hasta el día del concurso.
Tras este ridículo y hasta poco ético pedido, Arna decidió abandonar el concurso. ¿Su justificación? «Si el dueño del concurso realmente quiere que baje de peso y no le gusta la manera que soy, entonces no merece tenerme en el top 10».
¿Paz y libertad?
No obstante, las acciones de quienes dirigen el concurso parecen no estar en absoluto alineadas con el objetivo que dicen tener.
¿Acaso la mejor forma de trabajar en pos de un mundo libre y en paz como dicen que quieren hacer es fomentando los estereotipos de belleza irreales y poniendo en riesgo la salud mental y física de todas nosotras?
Es de destacar la actitud de Arna, ya que tuvo el coraje de hacerse valer por si misma y no dejarse manipular.
¡No dejemos que nadie nos diga cómo debe ser nuestro cuerpo!