El otoño pasado, durante la limpieza de la casa de un familiar en Los Ángeles, una familia de California se encontró unos 10.000 dólares, pero no fue tan sencillo recolectar el tesoro. Estaba en forma de aproximadamente un millón de centavos almacenados en docenas de bolsas y cajas.
Nueve meses después, la familia sigue intentando encontrar una manera de canjear las monedas.
John Reyes, de 41 años, y su primo, estaban limpiando un sótano en la casa de su difunto suegro cuando descubrieron los centavos. La tarea que Reyes había estado postergando se convirtió de inmediato en una tarea mucho más grande, física y logísticamente.
Solo mover las cajas repletas de centavos “dejaron marcas en nuestros dedos porque eran muy pesadas”, dijo en una entrevista telefónica. Contó que la familia había calculado su valor total con base en las cantidades escritas en las bolsas y cajas.
Reyes, un agente de bienes raíces en Ontario, California, estaba desconcertado por el hallazgo. Afirmó: “Lo único en lo que podíamos pensar era cómo diablos mi suegro y su hermano hicieron esto solos. Una locura”.
Su plan inicial era llevar los centavos a Coinstar, pero el servicio de máquinas de monedas cobra un porcentaje del monto total como tarifa de procesamiento. Y, como pronto descubriría Reyes, una persona no puede simplemente llevar cientos de kilogramos de centavos a un banco local. Un gerente de una sucursal le dijo que ni siquiera tenía suficiente espacio para tantas monedas en la bóveda.
Pero una gerente de un Wells Fargo local alteró su rumbo, contó Reyes. Cuando le contó sobre el descubrimiento, dijo, “pude ver el asombro en sus ojos”.
La gerente lo instó a que no intentara llevar los centavos a un banco, contó, pues le había dicho que “quizás tienes un centavo de un millón de dólares”.
“Esa fue una de las primeras veces que escuché sobre centavos que valen más que un centavo”, afirmó Reyes, quien desde entonces se ha familiarizado mucho más con el mundo de las monedas raras.
La Casa de la Moneda de Estados Unidos inicialmente fabricaba centavos con cobre puro. Pero debido a que el cobre fue esencial para el esfuerzo bélico en la Segunda Guerra Mundial, las monedas se convirtieron en piezas de acero recubiertas de zinc a partir de 1943. Para 1982, el centavo estaba hecho principalmente de zinc, con algo de cobre.
El suegro de Reyes, a quien la familia no quiso identificar, fue un “bebé en tiempos de guerra” que emigró a Estados Unidos desde Alemania en la década de 1960, contó Reyes, y “era un gran creyente en los metales”. Por eso compró centavos de cobre, pensando que su valor aumentaría con el tiempo.
La Casa de la Moneda de Estados Unidos acuñó una cantidad limitada de centavos de cobre y algunos han llegado a ser particularmente valiosos. Según la Casa de la Moneda, se sabe que quedan muy pocos centavos de aleación de cobre de 1943, hechos por error, y uno se vendió en 1996 por 82.500 dólares. Otro se vendió por casi 300.000 dólares en 2022.
Reyes y su familia no están interesados en escudriñar los centavos en busca de hallazgos raros. Un intento de examinar los centavos sueltos solo duró una hora, contó, y “no teníamos ni idea”. En cambio, decidieron vender todo el lote, que requiere de dos o tres camiones para moverlo en su totalidad, y ofertaron los centavos en OfferUp, un mercado de ventas en línea, por 25.000 dólares.
“Deben venir a buscarlas”, dice la publicación, que señaló que algunas de las monedas podrían ser valiosas, pero que la familia no lo sabía con certeza. Al principio, la familia solo recibió ofertas por algunas monedas, pero no por todas.
Pero el jueves, el descubrimiento de las monedas fue cubierto por un canal de televisión local y Reyes se vio inundado con preguntas de posibles compradores y, hasta el momento, alrededor de 300 ofertas, dijo.
La familia ha recibido ofertas de personas que proponen examinar primero los centavos y llegar a un acuerdo sobre la venta potencial de cualquier hallazgo raro, pero las han rechazado.
“No estoy tratando de sobrevalorar esto”, contó Reyes que les había dicho a los posibles compradores. “Pero las hemos analizado poco”, agregó.
Reyes solo ha mirado tal vez el uno o dos por ciento de los centavos, contó, porque no quiere abrir las bolsas y cajas selladas de los bancos, algunas de bancos que ya no existen.