Al dar a luz a una niña o niño la felicidad invade a las nuevas mamás, pero al llevarlo a casa suelen surgir muchas dudas sobre los cuidados que hay que darle a los bebés.
Una de las preguntas más comunes (especialmente entre las madres primerizas) es si se debe acostar al recién nacido sobre su pancita o su espalda. La respuesta no es tan sencilla, pues depende de algunos factores.
Si es su hora de dormir, debe estar acostado boca arriba, pues según la Academia Americana de Pediatras así se disminuye el riesgo de que sufra el síndrome de muerte súbita infantil.
Pero si tu bebé está despierto y lo puedes vigilar, lo mejor es alentarlo a que pase unos cuantos minutos recostado sobre su pancita.
Seguramente has visto a otros bebés que, conforme van creciendo, adoptan esta posición mientras están despiertos, pero ¿cuál es su importancia?
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En realidad, va mucho más allá de lo que te puedes imaginar. Aquí te explicamos todo al respecto.
La importancia de poner a tu bebé boca abajo
Kids Health informa que esta posición ayuda a que los bebés fortalezcan los músculos del cuello y los hombros. Según la Clínica Mayo; de esta manera se estimulan las habilidades motoras que en un futuro le ayudarán a sentarse, gatear y hasta caminar.
Además, evita que algunas partes de su cráneo se hagan planas, lo cual puede ocurrir como consecuencia de pasar mucho tiempo acostado, y aunque no representa ningún peligro para su salud sí afecta la parte estética.
¿Cómo poner correctamente boca abajo a un bebé?
Tanto Kids Health como Raising Children hacen hincapié en que esto se debe hacer diario, a partir de los primeros días de nacido.
Dependiendo de la edad que tenga el pequeño, se deben hacer algunos ajustes al tiempo que pasa boca abajo.
Por ejemplo, se recomienda que los bebés de 1 a 3 meses tengan sesiones de 1 a 3 minutos recostados sobre su pancita y que se repitan tres veces al día, de preferencia cuando acaban de despertar de una siesta o tras un cambio de pañal.
Las primeras ocasiones no le será muy cómodo y es normal que se muestre molesto, pero no dejes de intentarlo; pues poco a poco se irá acostumbrando.
Para que se familiarice mejor con la posición, Kids Health sugiere que las primeras veces pongas a tu hijo boca abajo sobre tu pecho y lentamente lo lleves hacia tu regazo, para dejarlo ahí por unos minutos.
También puedes hacerlo sobre alguna superficie plana y dura, incluso el piso. Eso sí, debes cubrir el área con una colcha o cobija y asegurarte de que está libre de obstáculos.
Conforme tu pequeño crezca (entre los 4 y 7 meses), puedes alargar los tiempos que pasa boca abajo y ponerle cerca algunos de sus juguetes favoritos para alentarlo a que se mueva.
Raising Children también sugiere que te acuestes a su lado y le hables; también puedes mostrarle un libro para llamar su atención o acercarle un espejo con cuidado. Todo esto lo mantendrá interesado y estimulará sus movimientos.