Las emociones son tan intensas, como nosotras las mujeres. Nos encanta la alegría y el amor, pero para bien o para mal, también vivimos el miedo, y la tristeza, que muchas veces, se convierte en depresión.
Hoy quiero dejarte algunas recomendaciones para que aprendas a vivir con tus emociones, y sepas identificar cuándo estás triste y cuándo estás deprimida.
Por Anna Converso – @avantipsicologia
– No hay trabajo con ninguna emoción, si antes no la aceptamos. Aprende a aceptar que la tristeza, o el miedo, es parte de nosotras, y que no indican algo malo, al contrario, es sano y natural sentirlas.
– ¡Las penas divididas pesan menos!, es decir, busca a tus amigas, a tu pareja, a tu profesora de confianza, y háblale sobre lo que te ocurre. Sentirás un alivio enorme, y obtendrás una visión diferente y externa de lo que te ocurre.
– No creas todo lo que tu mente dice. Revisa diariamente tus pensamientos y creencias limitantes. Primero pensamos, luego sentimos. Por lo que si aparece la rabia, el miedo o la tristeza, chequea qué estás pensando, y cómo estás pensando. Solemos ser nuestras peores enemigas.
– Haz cosas que te gusten, que te distraigan y que te llenen. Por ejemplo, retoma esa rutina de ejercicios que es genial para liberar endorfinas (la hormona de la felicidad), respira aire de la naturaleza, ora, confía en la vida y en ti misma.
– La tristeza no es igual a la depresión. La tristeza alargada, continuada, e intensa, se transforma en depresión. Solemos decir «estoy depre», pero no es cierto, muchas veces pasamos por etapas de tristeza, pero que no interfieren significativamente en nuestras vidas, por lo que no podemos llamar a ese corto episodio, depresión.
– Si nada te funciona, y tus emociones se apoderan frecuentemente de ti, ¡busca ayuda!, los Psicólogos estamos para escucharte, apoyarte y brindarte las herramientas emocionales que todos necesitamos en algún momento.
¡Que vivan las emociones, porque nos hacen sentirnos vivas!
Si necesitas más consejos o ayuda, sigue a Anna aquí y pregúntale tus dudas.