A los 39, los hombres ya solo contactan con una media de 12 personas y las mujeres con 15 al mes.
La cifra sigue descendiendo en picado hasta pararse en seco a los 80 años cuando los hombres llaman a 6 persona y las mujeres a 8..
No se debe a que, a esa edad, se dejen de perder amigos, la cifra se detiene, simplemente, porque la gente perteneciente a ese rango de edad llama a sus hijos y nietos y continúan haciéndolo hasta su muerte.
Dedicamos la adolescencia y los primeros años de juventud a experimentar socialmente.
La explicación de esto es que en nuestra adolescencia nos dedicamos a socializar y conocer personas, sin embargo nuestros intereses cambian poco a poco lo que hace que conozcamos a menos personas y que dejemos de tener contacto con amigos de la infancia o adolescencia.