Es común que al llegar a la adolescencia los hijos tengan constantes peleas con sus padres por cosas tan sencillas como no limpiar su habitación o terminar sus tareas. Esto suele ser visto como un signo de rebeldía pero en realidad es un cambio propio de su cuerpo y mente.
Resulta que, alrededor de los 13 años, los cerebros de los adolescentes ya no encuentran las voces de sus madres como algo agradable, y empiezan a sintonizar con voces desconocidas. Esto de acuerdo con un estudio realizado por la Escuela de Medicina de Stanford.
El estudio fue publicado el pasado 28 de abril en el Journal of Neuroscience. A través de escáneres cerebrales de resonancia magnética se descubrió la primera explicación neurobiológica del porqué los adolescentes comienzan a ignorar y separarse de sus padres al cumplir 13 años, y todo está ligado con la recepción y percepción de la voz materna.
De acuerdo con el profesor Abrams, los cerebros de los adolescentes son más receptivos a todas las voces, en comparación a los cerebros de los niños menores de 12 años, quienes suelen centrar su atención en la voz materna, obedeciendo ordenes y prestando suma atención a cada palabra.
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En el estudio también se descubrió que el cambio del cerebro hacia nuevas voces es un aspecto de maduración saludable, que conlleva a la independencia y conocimiento del propio individuo. Es decir, ya no depende por completo de su figura materna.
En el estudio se analizó el comportamiento y ondas cerebrales de adolescentes entre 13 a 17 años de edad. Los investigadores grabaron a las madres de los participantes diciendo tres palabras sin sentido, también se grabó a dos mujeres desconocidas diciendo las mismas palabras sin sentido.
Posteriormente a cada participante le fue colocado un escáner de resonancia magnética y escuchó las grabaciones en orden aleatorio, logrando identificar a su propia madre. Al final, los investigadores encontraron que las voces extrañas provocaron mayor activación cerebral en los participantes.
Ahora que ya lo sabes podrás entender de una mejor manera el comportamiento de los adolescentes que hay en tu hogar e identificar que todo se tratar de un proceso natural de maduración cerebral y no de un acto de rebeldía como creímos durante tantos años.