En medio de una gran expectativa comenzaron a correr los rumores, todo apuntaba a que Britney Spears cumpliría su sueño de contraer matrimonio con Sam Asghari. Lo que comenzaba con algunos reportes en las primeras horas del 9 de junio, se iría confirmando horas más tarde con una hermosa locación preparada para recibir a los novios, un llamativo contratiempo con un ex de la cantante y la llegada de una serie de famosos invitados.
El gran día llegaba para Britney, quien durante su testimonio por la búsqueda de la finalización de su tutela, había confesado que lo que más ansiaba era poder casarse con el hombre de su vida, Sam. Qué mejor lugar para cumplir su gran anhelo que en su residencia de Thousand Oaks, California, que se transformó por completo con decoraciones florales en distintas tonalidades de rosa.
La culminación del sueño llegó para Britney, como se puede ver en esta imagen que fue capturada en aquel rincón de su casa en el que la pareja suele posar para sus redes sociales. En este mismo lugar han querido conmemorar el gran día de su boda, como si tuviera un significado especial dentro de su relación Fue así que una serie de especulaciones que corrían desde hace tiempo se confirmaban poco a poco en el gran día de la pareja.
Paris Hilton -que llegaba al altar no hace mucho y que ahora acompañaba a su amiga junto a su marido-, Selena Gomez y Drew Barrymore se encontraban entre las invitadas, pero la presencia de Madonna es la que dejaría a más de uno con la boca abierta. Y es que pareciera que algunas de las más importantes representantes del espectáculo cerraron filas para acompañar a quien fuera la Princesa del Pop en un momento tan importante. Aquellas que alzaron la voz en su favor durante el juicio, han estado con ellas en las buenas y en las malas, por lo que no podían faltar en un día como éste.
Después de aquella comentada reunión de los novios con Donatella Versace, que en un momento se decía era para la MET Gala, en realidad se trataba de la organización de sus looks para el día de su boda. Sam lució un elegante tuxedo tradicional con un par de rosas blancas en la solapa, mientras el vestido de novia mantuvo algunos detalles por los que suele decantarse la cantante.
En diseño que lució durante la ceremonia fue un vestido off the shoulder con tirantes caídos a modo de manga, con un escote de corazón, estructura estilo corsé y una larga falda que contaba con su respectiva apertura en la pierna izquierda, manteniendo el toque de sensualidad que Britney ha preferido desde su juventud. La novia decidió agregar al vestido una gargantilla en blanco, así como guantes de gaza que cubrían la joyería que llevaba. Entre estos complementos, gracias a las publicaciones de Donatella se pudo saber que los novios llevaban cadenas personalizadas con sus nombres, además de pulseras con brillantes.
Pero en una boda de este tipo un solo vestido no es una posibilidad, por lo que para estar más cómoda, Britney se cambio durante la celebración en la que se le vio rodeada de famosas amigas que festejaban su alegría. Más relajada, recogió su melena en una coleta y llevó un vestido color carmín que, por momentos, pareciera cubría con el saco de su marido. Por su parte, Sam dejó la formalidad de lado para llevar una playera negra personalizada con sus nombres.