Aun cuando se use protección al momento de tener sexo, es posible adquirir infecciones, y muchas de estas se desarrollan a causa de una mala higiene. Sin embargo, lo más adecuado no es lavar los genitales.
La vagina se limpia sola, y aunque el uso de duchas vaginales y jabones especiales se ha popularizado, estos pueden afectar la salud de la zona.
Esto se debe a que la vagina tiene su propio pH y los químicos de estos productos pueden causar un desequilibrio y dañar la flora vaginal. En consecuencia, la vagina se vuelve más propensa a adquirir infecciones. Por lo tanto, no es recomendable.
Los expertos aclaran que sí puedes lavar tu vulva después del sexo, pero con ciertas precauciones. Lo ideal es usar un jabón neutro, pues éste no interfiere con el pH. Además, no contiene perfumes que puedan perjudicar el funcionamiento de estos órganos. Es recomendable utilizarlo sólo en los genitales externos y lavar los internos únicamente con agua.
En el caso de los hombres, ocurre lo mismo. Lo más adecuado es lavar únicamente con agua y movimientos suaves. Usar jabones puede causar alergias e irritación. Es muy importante secar muy bien el área, pues una zona húmeda y caliente es el lugar favorito de las bacterias y hongos.
No obstante, cabe mencionar que el agua y el jabón no son lo más efectivo para reducir el riesgo de contraer una infección. En realidad, lo que debes hacer es orinar. Sí, orinar ayuda a eliminar bacterias y agentes dañinos, sin olvidar el semen, pues éste también afecta el pH vaginal.
La revista médica Healthline explica que la orina expulsa estas bacterias de la uretra y eso puede salvarte de padecer una incómoda y dolorosa infección urinaria.
Lo recomendable es hacerlo inmediatamente o antes de 45 minutos. Las infecciones urinarias son más comunes en las mujeres, pero los hombres no son inmunes a ellas, por lo que esta sugerencia aplica para ambos sexos.