Después de unas agitadas semanas en las que se le vio desde en la Euro hasta Wimbledon en julio pasado; la Duquesa de Cambridge –Kate Middleton– no había tenido ninguna aparición pública a lo largo del verano. Como suelen hacer, los Duques de Cambridge aprovecharon estas semanas de vacaciones de verano para disfrutar al máximo de sus tres hijos.
Con las restricciones que se viven en Gran Bretaña por la crisis sanitaria, la pareja parece haberse decidido por unos días de relajación en su propio país; en un destino en el que también pasaron el año pasado sus famosas staycations.
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Pero con el regreso a clases, ha vuelto también la agenda de compromisos de los Duques y después de que este fin de semana asistieran a la boda de James Middleton; hermano menor de la Duquesa, William y Kate Middleton han retomado sus obligaciones. Si ayer se veía al Duque en una entrega de premios en Londres, esta mañana Kate ha tenido su propia aparición.
La Duquesa de Cambridge Kate Middleton visitó la base de Brize Norton de la RAF para encontrarse con el personal militar y civiles que ayudaron en la evacuación de Afganistán el mes pasado. La Duquesa llegó a Oxfordshire en helicóptero, en donde se ha establecido un centro de repatriación; para poder platicar con los miembros de la llamada operación Pitting, en la que se logró evacuar a 15,000 personas de Kabul. La esposa del Príncipe William pudo escuchar de primera mano cómo se logró la evacuación y el procedimiento que se siguió en la base que recibió a 800 personas.
Un look sobrio para la ocasión
Si los fanáticos del estilo de la Duquesa estaban ansiosos por ver un nuevo look después de tantas semanas sin una imagen nueva, la realidad es que para esta aparición; Kate apostó por la practicidad, como lo ha hecho en otras visitas a bases militares. Recurriendo a un básico de su clóset, la Duquesa llevó sus conocidos pantalones de vestir con tiro alto en azul marino de Jigsaw.
Agotados en el sitio de la marca, se podían conseguir por 130 libras esterlinas. Una sencilla blusa blanca de algodón y mangas largas completó el look que incluyó otro de los básicos del guardarropa de Kate; su saco modelo Larsson de la firma Reiss. En crudo, este saco de botonadura doble cruzada puede conseguirse por 540 dólares.
Aunque el corte de sus pantalones hizo casi imposible ver sus zapatos, se trató de un modelo en azul marino que bien podría ser el de Emmy London que se le ha visto en varias ocasiones; de igual forma, su cinturón parece ser su siempre fiel modelo de Anderson´s. El toque final del look lo dio su bolso modelo Holly de la firma británica Tusting.
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Este minibolso inspirado en los diseños de los años 50s, está hecho a mano en piel con un aire de sofisticación y elegancia; Kate lo llevó en crudo pero está disponible en una amplia gama de colores y se puede conseguir por 245.83 libras esterlinas. Como complementos, únicamente llevó sus arracadas con disco dorado de All The Falling Stars que tienen un precio de 49 euros.
A diferencia de William, Kate no se dejó ver con un bronceado de vuelta del verano, pero sí que llevó la melena más larga y un tanto más clara que de costumbre, lo que hace pensar que sí que estuvo debajo de los rayos del sol disfrutando con sus hijos de unas semanas de relajación y diversión.