Sin perjuicio de las, a buen seguro, numerosas actividades que realizarán junto a sus cuatro hijos o en pareja, lo cierto es que Kim Kardashian y Kanye West no se están apoyando constantemente el uno en el otro durante estos meses de aislamiento doméstico que ha ocasionado la pandemia del Coronavirus.
De hecho, fuentes del entorno del matrimonio reconocen que tanto el rapero como la estrella televisiva disfrutan mucho de sus momentos de soledad ocasional en dependencias diferenciadas de su ingente mansión californiana, ya que suelen emplear este tiempo para trabajar en sus respectivos proyectos profesionales o cultivar algunas de sus aficiones favoritas.
«Kim siente que necesita algo más de espacio al margen de Kanye. Trata de ser la mejor madre posible, no descuida sus estudios de derecho y sus compromisos profesionales, pero a veces es duro si Kanye no ayuda en casa tanto como debería. Pero también han sacado ratos para hablar de sus sentimientos, de sus ambiciones y de su rol de padres. La familia está muy unida, especialmente por el bien de sus niños», ha explicado un informante a la revista Us Weekly.
Esta dinámica les permite, por otro lado, estructurar sus días como mejor les convenga y en función de sus respectivas personalidades. Mientras que Kim opta por levantarse muy temprano y someterse a estrictos horarios para sacar el máximo partido a la jornada, Kanye es de los que prefiere trabajar por la noche sin demasiadas restricciones, con la máxima libertad posible para poner toda su atención en su lado más creativo.
«A veces están en páginas completamente diferentes. Ella se levanta muy temprano para hacer ejercicio, pero Kanye es de los que se queda trabajando hasta altas horas de la madrugada. Kim no para durante todo el día, mientras que Kanye es más flexible en ese sentido. También es verdad que Kanye entiende que Kim necesita tiempo para desconectar, y respeta mucho su espacio», ha explicado el mismo confidente.