¿Cuando te bañas en una piscina sientes un poco de desconfianza que el agua sea limpia? Te quedarás con la boca abierta cuando veas lo que descubrieron en este estudio.
Científicos de la Universidad de Alberta tomaron muestras de 30 piscinas en Canadá. Desde jacuzzis y bañeras hasta albercas olímpicas y las de hoteles de lujo.
En cada muestra se analizó la presencia de una sustancia llamada acesulfamo de potasio (también conocida como Ace-K), un edulcorante que suele estar presente en la orina humana.
Los resultados, publicados en la revista Enviromental Science & Technology Letters demostraron que el 100% de las piscinas analizadas tenía orina.
Todas por igual, el estudio resultó positivo. ¿Te imaginas en cuántas piscinas así has estado?
Pero lo más sorprendente es que, en una alberca con capacidad para 830 mil litros (equivalentes al tercio de una olímpica), había ¡75 litros de orina!
Lo anterior equivaldría, a decir de la investigación, a unas 20 jarras grandes llenas de orina.
“Aunque nadie admitiría esta práctica en una piscina, obviamente alguien lo ha estado haciendo. No hay otra explicación para que esa sustancia esté presente en las albercas”, contó Lindsay Blackstock, integrante de la investigación y estudiante del Doctorado en Toxicología Analítica y Ambiental.
La situación con los jacuzzi es aún más grave. De hecho, según el estudio, había una concentración de orina mucho peor que en todas las piscinas analizadas.
Repercusiones a la salud
En cuanto a la salud, los investigadores afirman que ciertos compuestos presentes en la orina y el sudor podrían reaccionar al contacto con el cloro. El resultado sería la tricloramina, un componente que causaría infección de ojos y problemas respiratorios.
De hecho, según el estudio, la exposición prolongada a este componente se ha relacionado con el desarrollo de asma en los nadadores profesionales.
¿Qué te parece? ¿Habrías imaginado que sería tanta la orina presente en las piscinas?