¿Por qué me siento así?, ¿Será que la situación es tan compleja que me lleva a la depresión?, ¿por qué tengo estos pensamientos tan negativos?, ¿por qué me dan ganas de desquitarme?, ¿por qué reacciono tan mal?…
Este término lo acuñó Alfons Cornella en 1996. ¡Que conste, fue antes de que apareciera google!
Es crucial el manejo de información. Con las redes sociales tenemos ventanas abiertas para producir y para consumir información al instante. Con solo abrir tu celular estás expuesto a millones de comentarios y puntos de vista que pueden o no coincidir con los tuyos.
¿Estamos preparados para afrontar esta situación tan difícil y afrontar con tranquilidad comentarios, opiniones y modos de pensar diversos a los nuestros? O de hecho, ¿afrontas con tranquilidad decisiones que se toman y que van en contra de nuestras convicciones.?
¿Es difícil verdad?
Al consultarlo con Rodsella Argundi, Psicóloga confirmó que la información que recibimos siempre influye en nuestras emociones.
«Un tema u otro tomará interés basado en cómo nos hace sentir individualmente. A veces la sobre información puede llegar a saturarnos y si no es procesada, nos puede llegar a enfermar psicológicamente. Nos puede volver insensibles o muy temerosos de las cosas», afirma Rodsella.
Sin embargo, puede darse el caso que estemos infoxicadas indirectamente, ya que aunque no lo queramos en todos lados hay información sobre Coronavirus, pandemia, política y corrupción y todos los sinónimos con respecto a lo que vivimos.
Pregúntate cómo te sientes al respecto a tu uso con redes sociales. Puedes ser la persona más tolerante, sin embargo puede ser que tu paciencia luzca un tanto modificada durante esta crisis.
No obstante, es súper importante dejar claro que la responsabilidad de padecer infoxicación o no es SOLO nuestra. Tú eliges que sitios web de noticias leer o noticieros ver. Tú tienes la decisión de seguir familiares, amigos, influencers, marcas, etc, etc en redes sociales.
Somos consumidores, pero también productores
Todos podemos producir distintos tipos de contenidos hasta cuando hablamos. Ahora, viene la otra cara de la moneda y también debemos de ser cuidadosos como comunicamos para no contribuir a la infoxicación.
Si tienes distintos puntos de vista que defender, hazlo, pero antes te recomiendo:
-Sustenta lo que dices. Si tienes conocimientos profesionales, susténtalos con estadísticas o datos.
-No lo hagas cuando estés enojado. Si, es cierto la gente quiere ver cómo somos en la realidad, pero este momento, en que las emociones están a flor de piel, debemos controlarnos nosotros mismos para no causar descontrol en los demás.
-Piensa: ¿qué es realmente lo que quiero decir?
-¿Estoy preparada para recibir comentarios a favor y también en contra?
-¿Me voy a arrepentir después de lo que voy a decir?
Si hay un aspecto indispensable hoy en día es la OBJETIVIDAD, ábrete al mundo, a las distintas opiniones y formas de pensar. Pensamos que estamos preparados, pero cuando nos contradicen, encendemos por dentro y también por fuera.
También, debemos tener control con la información que compartimos. Antes de darle repost, solo por que la persona mencionó algo a lo que estamos de acuerdo o nos gusta el titular, analiza y lee bien lo que escribió o dijo.
La infoxicación si se cura y en tiempos de COVID19 también. La cura es la responsabilidad primero en la información que produzco, genero y comparto y luego en la que consumo; en la organización y gestión de esta.
¡Vale la pena siempre pensar un poquito en los demás, cuesta pero no es imposible!
«Debe haber un equilibrio entre el aprendizaje y el afecto, un aprendizaje afectivo es aquel que permite procesar la información y entenderla para nuestro propio bienestar», Rodsella Aragundi, psicóloga.