La reina Isabel II envió un mensaje a la Luna hace más de 50 años, pero la historia detrás de él reveló un detalle importante de la corona.
En 1969, previo al lanzamiento de la misión Apollo 11, que llevó a los primeros humanos a pisar suelo lunar; la NASA tuvo la idea de reunir mensajes de personajes influyentes en el mundo para enviar un mensaje que quedará guardado en la Luna.
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73 líderes mundiales fueron invitados a dejar un legado en el satélite natural de la Tierra; entre ellos, la reina Isabel de Inglaterra.
En julio de 2019, el Archivo Nacional del Reino Unido revivió el evento y el mensaje de la reina para conmemorar el 50 aniversario de la llegada de humanos a la Luna.
«Mensaje de Su Majestad Reina Isabel II: En nombre del pueblo británico, reconozco las habilidades y el coraje que han llevado al hombre a la luna. Que este esfuerzo aumente el conocimiento y el bienestar de la humanidad»; escribió la reina en el mensaje; de acuerdo con The Guardian.
Aunque el mensaje suena alentador; la reina no estaba de acuerdo en enviarlo, pues creía que el lanzamiento de Apolo podría tratarse de «un truco» estadounidense.
Juliette Desplat, jefa de registros del Archivo Nacional, realizó una investigación para descubrir los secretos detrás del mensaje de la reina y reveló que el exsecretario privado de Isabel II; Michael Adeane, agregó un texto membretado cuando enviaron la carta a la Luna.
«Su Majestad está de acuerdo en que esta idea es un truco y no es el tipo de cosas que le gusta mucho hacer; pero ciertamente no le gustaría parecer grosera al rechazar una invitación que obviamente tiene buenas intenciones», escribió Adeane.
El mensaje y la reacción de la reina a la llegada del hombre a la Luna fueron exhibidos en 2019 en el Archivo Nacional en Kew; al oeste de Londres.
La creencia de la reina respecto al alunizaje no fue el único conflicto que tuvo el Reino Unido con Estados Unidos en esa época. Según Desplat, el gobierno debatió si Harold Wilson; primer ministro de ese entonces, debía mencionar la contribución británica a la exploración espacial.
Las celdas de combustible y la tecnología de la ropa interior de los astronautas fueron fabricadas por instituciones británicas; por lo que se discutió si el primer ministro debía adjudicarse algún mérito.
La discusión concluyó en omitir los detalles detrás del lanzamiento y a enviar buenos deseos a los astronautas; pero la discusión real se reveló 50 años después.
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Parte del polvo lunar que trajeron los astronautas fue cedido por Estados Unidos a Inglaterra como símbolo de unión; pero el regalo trajo problemas al gobierno británico.
Durante años, el polvo lunar entró y salió de museos porque los primeros ministros no coincidían en el sitio que debía ser exhibido, hasta que finalmente la placa fue resguardada en Downing Street, la residencia y oficinas del primer ministro.
La reina Isabel II no tuvo más injerencia en los movimientos del polvo lunar ni volvió a hacer comentarios sobre la misión; sin embargo, la investigación de 2019 dejó claro que estaba totalmente de acuerdo con enviar un mensaje amistoso a los astronautas.