Pierce Brosnan no solo tiene porte de caballero: lo es en la vida real y lo demuestra cada vez que tiene oportunidad. Este lunes, los medios británicos dieron cuenta de un ida y vuelta que mantuvo a principios de año con una usuaria de Facebook que criticó el cuerpo de su esposa, Keely Shaye Smith, en el que una vez más demostró su gallardía.
Todo comenzó cuando esa usuaria compartió en su cuenta dos fotografías de la pareja en la playa, una de finales de los años noventa y otra más reciente. Su idea era plantear un paralelismo entre los cambios que experimentaron los cuerpos del actor y Smith con el paso del tiempo y los que experimentaron ella y su marido. “Somos ellos”, escribió junto a su publicación, pero su marido no estuvo de acuerdo y respondió: “No estamos tan gordos”.
La “broma” podría haber quedado allí, pero la publicación se hizo viral y se llenó de comentarios hirientes que hacían hincapié en el peso de Smith. Y fue entonces cuando el actor decidió ponerle un límite a las ofensas. Antes de que la cuenta de aquella usuaria fuera bloqueada y el mensaje borrado, según indican Mirror y Express, el actor les respondió a los haters, y en especial a los que señalaban que, debido a su posición económica, la mujer estaba en condiciones de someterse a algún tratamiento o incluso a algún procedimiento quirúrgico para bajar de peso.
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Brosnan reveló, entonces, que un amigo cirujano le ofreció sus servicios a Smith, pero la oferta fue declinada. “Amo cada curva de su cuerpo”, indicó el actor. Y agregó: “Ella es la mujer más hermosa ante mis ojos porque, además, es la madre de mis cinco hijos”.
“En el pasado, realmente la amaba por su persona, no solo por su belleza, y ahora la amo aún más porque es la madre de mis hijos”, insistió. Y finalizó: “Estoy muy orgulloso de ella y siempre busco ser digno de su amor”.
Keely Shaye Smith es una reconocida periodista, productora y presentadora de televisión, además de modelo y actriz. Tiene diez años menos que Pierce, a quien conoció en 1994 en una playa de México. El amor rápidamente prosperó, a pesar de las dudas de él por volver a formar una pareja formal y desprenderse, en alguna medida, de la figura omnipresente de su mujer fallecida, Cassandra Harris, madre de su hijo, Sean, y también de Charlotte y Christopher, fruto de una relación anterior y a quienes Brosnan terminaría adoptando.
Keely logró arrebatarle los fantasmas del pasado y dibujarle una esperanza. “Me devolvió a la vida”, dijo él, alguna vez. El 4 de agosto de 2001, una década después de la muerte de Harris, Pierce y Keely contrajeron enlace en la Abadía de Ballintubber, en Irlanda. El pintoresco templo cobijó una ceremonia muy cálida y bendecida por los amigos de la pareja. Juntos tuvieron a Dylan Thomas y a Paris Beckett.
El cuadro familiar no podía ser mejor. En lo laboral, todo marchaba de maravillas, pero doce años después, nuevamente el dolor se apoderaría del actor y de su núcleo más cercano: el 1 de julio de 2013, Pierce recibió la peor noticia: la muerte de su hija adoptiva Charlotte, de 41 años, a causa de la misma enfermedad que se había cobrado la vida de su madre, cáncer de ovarios. Su gran pilar para soportar el dolor fue Smith, que se había hecho cargo de la crianza de los tres primeros hijos de su esposo como si fueran propios .
La pareja suele hacer salidas románticas y no vive pendiente de si hay cámaras o no a su alrededor. Siempre tomada de la mano, viaja junta cada vez que puede y en más de una oportunidad se ha fotografiado al matrimonio dándose un beso mientras caminaba por la calle o compartía alguna cena romántica.