Cuando eres madre que te digan que «la tos es un mecanismo de defensa, no te preocupes», es un comentario que no es de mucha ayuda. Menos cuando en la madrugada no puedes dormir. La escuchas y enseguida te levantas como si fuera una alarma.
Por Sonia Trujillo, pediatra
En esta ocasión trato de explicar más sobre la tos desde un punto de vista médico. Pero ¡ojo!, entiendo como madre lo angustiante que es que nuestros hijos presenten este síntoma. Más cuando llevan varios días de presentarla.
La mayoría de las veces, la tos se debe a un problema agudo y la causa es evidente. Sin embargo, si es una tos diaria y persiste más de 3 semanas se considera como tos persistente o crónica.
Las fases de la tos
La tos es un mecanismo importante para la movilización de las secreciones, cuerpos extraños y factores irritantes para el tracto respiratorio. Se presenta sólo en el 25% de los recién nacidos. No obstante, al mes de vida pueden ya toser el 90% de los niños.
La tos tiene 4 fases: fase inspiratoria (inspiración y cierre glótico), fase de contracción (de los músculos respiratorios contra la glotis cerrada), fase de compresión (la contracción muscular eleva las presiones alveolares y bronquiolares) y fase expulsiva (súbita expulsión de aire y secreciones).
Según la edad, tiempo de evolución, síntomas asociados, historia familiar y otros datos nos orientarán hacia su etiología.
Pero ¿Qué le doy para aliviar la tos?
La tos es un síntoma y no una enfermedad por lo que nuestro objetivo fundamental es identificar su causa para tratarla.
Desde 1997, la Academia Americana de Pediatría se ha pronunciado contra el empleo de antitusivos en los niños. En 2008, la Food and Drug Administration (FDA) emitió la recomendación de evitar la administración de cualquier medicamento para la tos o el catarro en niños menores de 2 años por el riesgo de efectos secundarios.
Los medicamentos utilizados para el resfriado común y para la tos, que venden en los supermercados sin receta médica, se deben de utilizar sólo si su pediatra se lo indicó.
No empleemos medicamentos en nuestros hijos sin supervisión médica ya que las consecuencias pueden ser fatales.
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