Ayer, 10 de enero, fue un día que Estados Unidos siempre recordará, ya que Barack Obama dio su último discurso como presidente del país norteamericano. En él, las lágrimas de Obama fueron notorias y también emocionaron a los presentes.
A pocos días de entregarle el mando a Donald Trump, Obama se emocionó al agradecerle a su esposa Michelle y a sus hijas Sasha y Malia por todo el apoyo recibido durante su mandato.
Barack Obama se despidió de su presidencia con un discurso en Chicago
Sus palabras lo dicen todo
«Michelle, durante los últimos 25 años no sólo has sido mi esposa y la madre de mis hijos, también fuiste mi mejor amiga. Asumiste un papel que no pediste y lo cumpliste con gracia, con estilo y con buen humor», reconoció a su compañera y primera dama, quien presenció el acto sentada junto a sus hija Malia, el vicepresidente Joe Biden y su esposa, Jill Biden.
«Una nueva generación se ha puesto metas más altas porque te tiene a ti como ejemplo a seguir. Me has hecho sentir orgulloso a mí y has hecho sentir orgulloso a todo el país»,
Visiblemente emocionado y secando con un pañuelo blanco las lágrimas de sus ojos, Obama también se refirió a sus dos hijas, Sasha (quien se ausentó del acto por encontrarse estudiando para un exámen) y Malia. «Desde muy pequeñas llevaron la carga de estar ante las cámaras. A pesar de las extrañas circunstancias se han convertido en dos mujeres sorprendentes, amables y llenas de pasión. De lo que más me enorgullezco es de ser su padre», afirmó.
De esta manera, además de agradecerle a cada uno de los sectores que lo acompañaron durante sus años como presidente, Obama se hizo lugar para dedicarle unas cálidas palabras a su familia.
El acto tuvo lugar en Chicago, la misma ciudad que vio nacer su carrera política. A partir del 20 de enero le dejará su cargo al cuestionado republicano Donald Trump, quien vivirá acompañado por su primera dama, la eslovena Melania Trump, y por Barron Trump (10), el menor de sus cinco hijos.