Parece que la frase «hasta que la muerte los separe» debería cambiarse por «hasta que la tecnología los separe» y es que un hombre le pidió el divorcio a su esposa un día después de la boda porque ella estaba muy ocupada enviando mensajes de texto como para tener sexo en su noche de bodas.
El hecho de chatear con sus amigos en vez de consumar el matrimonio no solo fue la circunstancia que obligó a este hombre, cuyo nombre se reserva, a pedirle el divorcio a su reciente esposa.
Un familiar le comentó al diario saudí Al Watan: “El novio intentó acercarse y crear un ambiente más íntimo, pero le sorprendió que ella lo ignorara y no le prestara la más mínima atención”.
“Cuando le preguntó si sus amigos eran más importantes que él, la novia le dijo que sí”.
La mujer terminó enfadándose porque el esposo le pidió que dejara de enviar mensajes y la pareja tuvo una acalorada discusión. Finalmente el esposo le pidió el divorcio y se marchó.
Un tribunal remitió el caso a un comité de reconciliación, pero el esposo aún solicita el divorcio.