«No hay título más importante para un líder que madre o padre. No hay liderazgo más importante que la paternidad.»
Antes de ser padres y esposos somos hijos; está en nuestra naturaleza humana y forma parte del ciclo de la vida el recibir y dar amor , siendo el hogar y la familia la primera fuente de referencia de ese amor verdadero.
Por: Aileen Castillo Sígueme en @aileenyc
Según estudios científicos , el amor de una madre es muy diferente al del padre, pero ambos son preciosos y necesarios en la vida de su hijo, aquí contestándote a la pregunta del titular.
Una madre liga ese amor naturalmente desde el vientre , ese sentimiento que los une desde el cordón umbilical donde el crecimiento , alimentación y cuidado depende fielmente de la madre. Ella, es la que enseña en los primeros años de desarrollo , los valores y la disciplina del individuo , los cuales imparte con mucho amor y dedicación.
El padre no vive el embarazo pero se vincula mediante la madre, es el encargado de cortar ese cordón umbilical, eliminando la dependencia del hijo con la madre. El Amor de padre denota la identidad, un lazo creado principalmente por los logros y avance de los hijos; es un amor exigente y vigilante, pero a su vez muy alentador. Es uno de los factores importante para superarse a ellos mismos durante su desarrollo, creando en cada uno algo muy importante en toda persona que es la seguridad.
Podríamos decir que la figura paterna juega un papel muy importante en la vida de un hijo , una persona se construye emocional y físicamente en la etapa de adolescencia donde el padre forma parte fundamental de esa formación, es el empuje para la construcción del carácter en un hijo.
¡Papá NO está!
La ausencia de un padre es un golpe bajo para la vida de un hijo. El sentir que no les preocupa o no les quiere se mantiene en sus pensamientos al correr los años, siendo las mismas partes del cerebro las que se activan cuando se siente rechazo y entonces viene el dolor físico; su ausencia marca grandemente la formación del carácter; en algunos casos por está ausencia vemos adolescentes que toman caminos equivocados , donde su actitud denota rebeldía por el simple hecho de buscar las maneras de ser notados y tomados en cuenta a cualquier costa.
Los estudios indican que los pequeños que no son amados por sus padres desarrollan más ansiedad, inseguridad y son más agresivos. Por lo que podemos resumir, que aunque ambas figuras vivan separadas deben permitir y asegurar que ese lazo paterno se mantenga fuerte siempre para el desarrollo de sus hijos .
Pensamiento en siglo XXI
Años atrás, la responsabilidad y el deber de mantener una familia unida era uno de los objetivos primordiales en todo matrimonio. A raíz de constante cambios en la civilización, la alta infidelidad y los bajos valores han hecho que la unión familiar y los matrimonios sean vulnerables a rupturas debido a la brecha de libertad que existe en las familias modernas.
Una de las dos figuras es capaz de determinar que si no funciona una relación, simplemente se separan y crían a sus hijos solos.
Hoy en día, ambos padres tienen la oportunidad de trabajar y desarrollar sus potenciales por igual, enfocándose tanto en su propio crecimiento que olvidan por completo mantener un hogar saludable y estables, creando una ambición por su desarrollo y echando a segundo plano un hogar.
Para que se mantenga una familia estable debe existir un balance entre el desarrollo personal y la unión familiar, con el fin que se complementen ambos formando un todo y poder brindar a los hijos esa seguridad, amor y unión, que es la base número uno en la formación en ellos.
¿Qué piensa un padre soltero sobre la importancia de ambos roles en los hijos?
Preguntando un poco a esa figura masculina nos comenta que hoy nuestras vidas NO se maneja como en el tiempo de los abuelos donde papá era la figura fuerte y mamá era quién brindaba el amor en casa.
El deber y amor de los padre es por igual, el aporte en un hogar financiera y emocionalmente debe ser construida y edificada por ambos, existen casos donde papá tiene que enseñar ese amor tal cual lo hace esa conexión de cordón umbilical desde la madre y a la vez formar ese carácter de seguridad a sus hijos, tratando de balancear el mundo emocional y afectivo de sus hijos con el fin de opacar esa ausencia de alguna de las partes y no impactar tanto su desarrollo.
En estos tiempos, ni los padres ni los hijos están para estancarse por los cambios sino más bien para adaptarse y desarrollarse como personas de bien. Le tocará en ocaciones a un padre sentarse a jugar muñecas y a una madre jugar fútbol, o ser más bien la madre quien trabaje fuera de casa para el sustento y el padre quién atienda a los niños; el desarrollo, el amor y la formación de los hijos debe ser brindado por igual desde ambos padres sin importar lo que hagan.
«El corazón de un padre es una obra maestra de la naturaleza.»
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