«No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.» Virginia Woolf.
Esta vez me toca hablar un poco de mí, de mi carrera y profesión. De ese tabú que genera una mujer ante este tipo de rama y cómo ser vista ante la sociedad.
PorPor Aileen Castillo – @Aileenycg
Una carrera que me ha enseñado a romper barreras y creer fuertemente en mí, motivándome cada día a ser mejor y confiar plenamente en que solo necesitamos las ganas para lograr nuestros objetivos.
Les detallo un poco sobre mi experiencia en este mundo tecnológico …
Cuando terminamos la secundaria, muchas pesamos ¿qué carrera profesional elegir para el futuro?. Tal vez por nuestra falta de madurez en base a nuestra edad, sueños, anhelos y pensamiento, tomamos una ruta equivocada o nos arriesgamos a grandes cambios.
En mi caso, siempre pensé verme como bióloga o veterinaria, pero la vida me dio un giro de 360 grados llevándome a un gran reto y un desafío como mujer.
Decidí después de tanto pensar, ser Ingeniera en electrónica y comunicación, siendo una nueva carrera en el mercado laboral, donde predominaba la figura masculina, una carrera basada en circuitos eléctricos, tecnología e innovación, pero…
Lee también: 3 abusos en tu trabajo que no deberías permitir
¿Cómo me adaptaría a un campo abundado por hombres? ¿Sería capaz de cargar y manejar sola grandes equipos? ¿Una mujer tirando cableado?;
Pues mi respuesta a todas esas preguntas fue ingresaré, me prepararé, lo lograré y haré lo mejor que pueda.
Hoy en día, después de tomar ese gran reto, llevo una carrera de 8 años en está linda profesión, donde he aprendido y formado a través de cada experiencia.
Me tocó momentos, donde recibí la inseguridad por parte de ellos, solo con su mirada vi sus pensamientos de: “ella no lo logrará”. Pues, ¡Adivinen!, rodé, me ensucie, subí altas escaleras, moví equipos casi de mi propio peso e inclusive puse a funcionar lo que otro me decía que no funcionaria, SI SEÑORES : !LO HICE¡ , fue allí donde mi disciplina, dedicación y esfuerzo, con el tiempo me hizo cosechar frutos, de los cuales me siento muy orgullosa.
Logré ocupar vacantes donde la mayoría de las participantes eran del sexo opuesto y con mayor experiencia, manejé cliente que brindaron buenas referencias de mi trabajo. Muchas veces para mí era tan graciosos, que algunos comercios solicitaban mi asistencia en los reportes que generaban sin importar que fuese mujer.
La clave siempre estuvo en mi paciencia, dedicación, alegría, una gran sonrisa y ser servicial siempre. Mi consejo a todas esas bellas mujeres, luchadoras y con ganas de superación es el de aprovechar los dones que nos regala él supremo y adentrarnos en este mundo con nuestros talentos sin importar el lugar, estatus o tipo de ambiente.
Solo me queda decir, que el hecho de ser mujeres no nos limita a lograr nuestros sueños o alcanzar grandes metas. Tenemos que aprender a creer en lo capaces que somos y a soñar en grande, sin importar lo difícil o pesado que sea o vea, lo importante es ser persistentes y si lo anhelas, ve por ello y hazlo con amor.
¿Quién dijo que nosotras no podemos con la tecnología? ¡Anímate!, sé que al igual que yo, tú también lo lograrás.