Una magistrada de Miami denegó este lunes la petición del actor mexicano Pablo Lyle para la celebración de un nuevo juicio, tras ser hallado culpable de homicidio culposo por la muerte de un cubano de 63 años en 2019.
En una audiencia celebrada en un tribunal del condado de Miami-Dade, la jueza de circuito Marisa Tinkler Méndez señaló que la argumentación de la defensa no justifica un nuevo juicio, así como tampoco se produjo en casos similares que revisó.
El mexicano, presente en la sala, esposado y con uniforme de preso, volverá a la corte en una próxima fecha para una audiencia de sentencia, que podría alcanzar hasta 15 años.
A comienzos de octubre, y en su primer día de deliberaciones, un jurado compuesto por seis personas declaró culpable de homicidio involuntario al mexicano por la muerte de Juan Ricardo Hernández, de 63 años, por hechos que se remontan a 2019.
Conocido el veredicto, la defensa del actor presentó una moción en la que solicitó un nuevo juicio, bajo el argumento de que no se atendieron del todo los hechos y se produjeron algunas inconsistencias durante el proceso.
En una audiencia celebrada el pasado jueves para abordar la moción, Philip Reizenstein, abogado del actor, pidió una revisión independiente de los hechos de lo que llamó un «homicidio excusable» y manifestó a la jueza que las leyes de Florida contemplan que «las personas pelean y se tiran puñetazos».
Reizenstein señaló que la evidencia presentada al jurado se enfocó de forma incorrecta, en su opinión, «en el golpe y la inflamación del cerebro y las fallas de los órganos y el daño al cerebro», nada de lo cual estaba en la mente del actor de la telenovela «Mi Adorable Maldición» en el momento de los hechos.
Reiteró, como lo hiciera durante el juicio, que Lyle actuó en defensa propia porque temió por su vida y la de sus hijos, quienes estaban «muy asustados dentro del vehículo», al igual que su esposa, y que por tanto llevó a cabo «un justificado uso de la fuerza» ante Hernández, que en este caso sería «el agresor».
El abogado recordó que fue la víctima quien se acercó al vehículo, que era conducido por Lucas Delfino, cuñado de Lyle, y confrontó a los ocupantes, golpeó el vidrio de forma vehemente y «profirió maldiciones».
Opinó que durante el proceso judicial no se admitieron pruebas ni testigos que hubieran corroborado que Lyle reaccionó en defensa propia.
Lyle, de 35 años, propinó un puñetazo a Hernández, quien cuatro días después murió en un hospital de Miami.
La agresión se produjo en medio de una riña por una discusión de tráfico durante la cual Lyle salió del automóvil en el que viajaba con su familia y golpeó a Hernández, quien en ese momento volvía a su auto y, de acuerdo con las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante como consecuencia del puñetazo.
Durante el proceso judicial, los abogados de Lyle, quien es conocido por su actuación en telenovelas como «La sombra del pasado», habían solicitado, sin éxito, desestimar el caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida.