Seguramente, antes de quedar embarazada, no te imaginabas lo sensitivo que era el tema de la lactancia materna. Ahora que estas esperando a tu bebé o que ya lo tienes contigo, sabes todo lo que representa hablar de la lactancia, no solo desde el punto de vista del bebé sino también visto desde el impacto que genera este tema en la madre.
Por María Luisa Osácar
Hoy día se habla cada vez más de la lactancia materna y sobre todo de la lactancia exclusiva. Definitivamente la leche materna es el mejor alimento para nuestros hijos. Es lo natural, por lo que debe ser lo mejor para el bebé y la madre, sin mencionar los muchos otros beneficios como la practicidad y, por qué no decirlo, el ahorro en el presupuesto.
Sin embargo, aunque sea muy fácil hablar de la lactancia exclusiva, no es un tema fácil de llevar a la realidad, y hoy, al haber tanta presión social sobre ella, puede generar cierta frustración en la madre, lo cual no contribuye al éxito en la lactancia. Es por esto, que queremos apoyarte en esta etapa con algunos consejos que te ayuden a salir adelante en este proceso.
Ofrece a tu bebé, lo más pronto que puedas, tomar de tu pecho
Siempre que esté dentro de las posibilidades, el ofrecerle el pecho al bebé a los pocos minutos de haber nacido, contribuye a que tu cuerpo se estimule y la leche suba con mayor rapidez.
La posición del bebé es importante
Es clave para lograr amamantar con éxito, que tu bebé esté colocado correctamente. Esto favorecerá a que tú te sientas cómoda y tu bebé pueda succionar con mayor facilidad. ¿Cómo sabes que está colocado correctamente? Su barriguita debe estar pegada a la tuya, tu aureola completamente dentro de su boca y tú, una vez tu bebé empiece a succionar, no debes sentir dolor o al menos debe ser algo tolerable.
No temas pedir ayuda
No eres la primera ni la última mujer en amamantar. Millones de mujeres han pasado por lo mismo que tú y está bien sentirse confundida, temerosa e incluso apenada por no saber cómo hacerlo.
Aprovecha cuando estás en el hospital para pedirle ayuda y consejos a las enfermeras, seguramente te podrán asesorar en como colocar correctamente a tu bebé.
También puedes hablarlo con alguna amiga cercana que haya pasado por lo mismo. Pregúntale cómo fue para ella y qué la ayudó en la ayudó en el proceso.
Por otro lado, podrías buscar ayuda de expertas que dan el servicio de ir a tu casa y guiarte en esta etapa. Esta es una muy buena opción cuando quieres tener a alguien neutral contigo para orientarte.
La tranquilidad es clave
El que tú te sientas tranquila, lo más relajada posible es una de las cosas más importantes para la lactancia. No solo porque esto influye en la producción de la leche, sino porque también a través de ella puedes transmitir tus sentimientos a tu bebé.
Estar en un ambiente tranquilo también es clave, sobre todo al principio que estás aprendiendo cómo hacerlo. Pon música relajante y evita distracciones con el celular o las visitas.
En la lactancia no hay horarios
No esperes tener un horario establecido para alimentar a tu bebé, menos al principio. Alimentar a demanda contribuye a que la producción de leche sea cada vez mayor. Esto significa que cada vez que tu bebé lo requiera deberás alimentarlo, así sean muchas veces en las noches. No es fácil, por supuesto, sin embargo, con el tiempo tu bebé irá estableciendo solo su propio horario de alimentación.
Apóyate con una ordeñadora
Una buena ordeñadora es una herramienta fundamental y una de las inversiones más importantes en esta etapa. Puedes continuar dando tu leche a tu bebé una vez regreses al trabajo si la extraes y almacenas adecuadamente. Es importante que al escoger tu ordeñadora sea una que te facilite la tarea, por lo que lo más práctico es que sea una del tipo eléctrico.
Ten paciencia y rodéate de gente positiva
Debes ser consiente que la lactancia requiere de mucha paciencia. Cada cuerpo es distinto y el ritmo de producción de leche varía de mujer en mujer.
Rodéate de gente positiva que no te abrume o presione con el tema de la lactancia. Dar pecho es algo muy personal, no solo el acto físico si no también mentalmente. Evita el tema con aquellas personas que sientes que te generan incomodidad al hablarlo, pues esto no te va a ayudara seguir adelante.
Por último, ten siempre presente que lo más importante es que hagas tu mayor esfuerzo y te sientas tranquila de que lo has hecho, sin importar lo que digan los demás. Al mismo tiempo no te sientas menos o frustrada si no logras hacerlo tanto tiempo como otras personas o si no logras mantener la lactancia exclusiva por mucho tiempo. Por el contrario, si eres de esos casos llamados “de éxito” no te sientas extraña si decides hacerlo hasta el primer año o más. Esa es tu decisión.
Mantén buena comunicación con el doctor sobre la alimentación de tu bebé. Comparte con tu pareja tus alegrías y frustraciones acerca de la lactancia y siempre siéntete tranquila de que tú sabrás que es lo mejor para tu bebé en cada una de las etapas de su desarrollo.
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