Así inició toda mi experiencia son las operaciones en pandemia…
En pleno mes de julio del año pasado, casi a las 11:00 p.m empecé a sentirme muy mal, mi estómago dolía como nunca. Una presión fuerte en todo el centro del estómago que se extendía hasta mi espalda, lo que me mantenía literal doblada del dolor.
Y como recordarán ya desde aquellos tiempos manteníamos las restricciones de horarios, pensar en salir a un hospital, no lo veía como una opción.
Quería mantenerme fuera de riesgos en mi casa, en ese momento agradecí desde lo más profundo de mi ser, contar con un seguro médico.
Muchas veces podemos pensar que es solo un gasto y que si eres de los que no te enfermas con frecuencia, pensarías que no vale la pena pagar uno.
Pero gracias a eso, me pude quedar en casa y esperar a que llegara el personal médico coordinado por mi aseguradora, para ayudarme a calmar el dolor. Hasta ese momento se pensó que era gastritis, no pasaba por mi mente que atravesaría una de esas operaciones en pandemia.
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El episodio se repitió en diciembre, justo una semana antes de navidad, esta vez el dolor que sentía podía explicarlo como 10 veces más fuerte que el anterior. Nuevamente llegaron a mi rescate el personal médico enviado por mi compañía de seguros. Una vez restablecida del dolor pensé “cuando termine todo esto” y sea “más seguro” me veré con un especialista.
Antes de que eso sucediera, llegamos al mes de febrero y por tercera vez en el mismo escenario, el dolor insoportable y canalizada a las 3:00 a.m sin poder dormir ni yo ni nadie en mi casa.
Contar con un seguro médico sí importa
Mi miedo de tener que ir a un hospital y contagiarme de covid, me había hecho aplazar mi cita con un especialista. Sin embargo el dolor era cada vez más fuerte y entendí que no lo podía aplazar más.
Me armé de valor y al día siguiente fui con el doctor, me mandaron una cantidad de exámenes y se identificó una irregularidad en el hemograma. Esto invitó al médico a solicitar un examen adicional para validar si estaba la famosa bacteria helicobacter pylori. La cual fue descartada en los resultados.
Al quedar descartada, lo siguiente fue un ultrasonido de páncreas e hígado, arrojando como resultados el motivo de mis dolores, no era gastritis era Colelitiasis. Esto en lenguaje terrenal serían “ piedras en la vesícula”
Siguiente paso, ir con el cirujano, el cual pasó a explicarme cómo se producen, por qué pasa y cuál era la solución: Debemos extraer la vesícula, haciendo una Laparoscopia.
Yo solo pensaba: todo este tiempo aguantando dolor para “cuidarme en casa” y por otro lado seguía aplazando otro tema importante de salud. La noticia no me caía de lo mejor. Ya que todo este tiempo me dedique a estar en casa y ahora no solo he paseado por el hospital entre consultas y exámenes, hasta quedaré en la sala de las incómodas operaciones en pandemia.
Les confieso que pasé por mi proceso de negación y asimilación del asunto, pero toca ser valientes y avanzar con fe.
Los que me conocen saben que hago muchas preguntas y mi cirujano no se escapaba de esta realidad. El muy amablemente respondía todas mis preguntas con libros y ejemplos claros, sin importar la cantidad que fueran.
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Siete preguntas enumeradas recuerdo haberle enviado por chat luego de la consulta. A los minutos escuchó su llamada en la que chistosamente me decía, que si eso era un cuestionario de la fiscalía. Pero una vez más, estaba para resolver mis dudas. Eso me daba tranquilidad, porque no dejaba nada a mi imaginación.
Y bueno dentro de la otra cantidad de exámenes requeridos para las operaciones en pandemia venía uno crucialmente importante, al cual también venía huyendo por un año. “El temido Hisopado” Y aquí otro miedo superado, y la verdad es que lo había creado yo en mi mente peor de lo que realmente es.
Después de esta experiencia esto es lo que te recomiendo:
No aplaces temas de salud:
Si estás en una situación similar no lo sigas aplazando, toma las medidas porque las probabilidades de contagio seguirán aunque estemos todos vacunados. Pero la vida continúa y debemos seguir cuidándonos para avanzar.
No te dejes llevar por las historias de terror, actúa basado en los hechos:
El riesgo de contagiarte por covid es una probabilidad el diagnóstico o los síntomas son un hecho que se deben atender.
Evita buscar en internet:
Para bajar la ansiedad, evita buscar en internet y haz tus preguntas al médico quien es la persona idónea.
Cuida tu salud mental:
Estas situaciones nos pueden causar ansiedad y generar estrés, despeja tu mente y ocúpate en pensar en tiempo presente y no, en lo que podría o no pasar.
Toma tu tiempo de recuperación:
No desesperes por el tiempo, tratando de hacer cosas que sabes que no puedes en ese momento. Confía que hay un tiempo para todo y toma la pausa para relajar tu mente, recuperarte y descansar.
Espero que este contenido sea de mucho valor para ti, y recuerda:
Todo en la vida cumple un propósito.
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