Un estudio realizado en el Reino Unido apunta a que nos autocriticamos ocho veces al día. «La mujer es muy crítica porque siempre ha estado en un segundo plano. Desde siempre se la ha considerado inferior. Y hoy se la sigue considerando de segunda», explica la psicóloga Dori Pena. Ella también reconoce que «en general», el ser humano tiende a ser muy crítico consigo mismo, muy perfeccionista.
Por Ada Cristina Rah
Como mujer que ha transitado por distintas etapas y Coach que me he ido especializando en el empoderamiento femenino. La crianza que recibimos nosotras las mujeres y los distintos roles que cumplimos, nos han llevado a ser más exigentes y autocríticas. A la mujer se le educa “desde el deber ser” para poder estar lista y atender a su pareja, la casa y los hijos. Adicionalmente hemos buscado superarnos y ocupar un lugar privilegiado en el campo laboral y/o negocios.
Éste estilo nos ha llevado a entrar en una competencia y desde la competencia tendemos a caer en la crítica. Ser más exigentes y buscamos estar protegidas ante la sociedad. Por haber sido catalogadas como el sexo débil, el hombre es percibido como un premio. Buscamos ser aceptadas o la mejor opción para una vida de pareja o conformar una familia.
Desde un estado de competencia, de forma inconsciente nos debilitamos, porque nos conecta con el miedo y la angustia. Cuando emocionalmente estamos en un estado de miedo o angustia, tendemos a tratarnos de forma muy agresiva y nos alejamos de nuestra verdadera esencia. Por eso caemos en la crítica, el juicio, el control, los celos, comparaciones.
Todas tus palabras y pensamientos son un reflejo de cómo éstas por dentro
Esto sucede, porque todo emerge de ti. Una persona que gusta de sí misma y se siente realizada, en pocas ocasiones tiende a criticar. Y en caso de hacerlo no invierte mucho de su tiempo en ese estado.
La crítica es un reflejo de lo deteriorada que está la relación contigo misma. A la final cuando alguien critica es porque le gustaría ser o tener lo de la otra persona.
Ahora cuando nos reconocemos como nuestras mejores amigas, nuestras mejores aliadas, cuando somos conscientes de nuestras habilidades y fortalezas. Cuando nos aceptamos tal y como somos de nacimiento, no seremos atractivas a la crítica. Desde ese estado de realización personal dejará de ser satisfactorio para ti entrar en ese estado.
Te aseguro que te convertirás en inspiración para otras. Y con tu ejemplo serás una guía. Compartirás lo que funciona para “TI” y será una invitación para quien desee intentarlo.
Todas buscamos una perfección y somos muy emocionales
Mi propuesta es, enfocarte en TU ideal. Trabajo ideal, pareja ideal, negocio ideal, número de hijos ideal, boda ideal. Porque el ideal es MÁS FLEXIBLE, y es el que se asemeja a TU idea cuando la pensaste o imaginaste. Todo lo rígido se fractura y deja de fluir con facilidad.
Cuando te reconoces como ese ser ÚNICO E IRREPETIBLE, como lo evidencia tu huella digital, dejas de comprarte y entiendes que no hay y no habrá dos como tú. Por lo tanto, es imposible que puedas saber qué es lo mejor o lo que le conviene a las demás. La persona EN PRIMER lugar debe estar dispuesta y abierta para recibir. De lo contrario cualquier sugerencia será en vano.
Una vez que entiendes que el universo es tan abundante y que nadie tiene que perder para que tu ganes, comienzas a COOPERAR, en lugar de competir. Una vez que el éxito y la felicidad de los demás te genera alegría y satisfacción, te comienzas a sintonizar y te haces atractiva para que se manifieste en tu vida.
Ahora mientras críticas a tus amigas ese es el mensaje que estás dando a la vida.
La mejor forma es tener MUY CONSCIENTES, todo lo que te gusta de ti. Sobre todo, recodarlo para que cultives la relación contigo misma y eso se refleje hacia los demás.
Mi lista la hago frente al espejo y he aprendido a enfocarme en lo que me gusta de mí, mirándome con ropa y sin ella.
Vamos a sustituir las criticas por elogios y reconocimiento. Vamos a cooperar entre nosotras mismas.
Un abrazo para todas, las espero en mis redes: @mujeresinfinitas. Pendientes de nuestro traller: Yo Soy Emprendedora.