Luego de un confinamiento y ante un virus de que aún no se tienen todas las respuestas; las personas pueden sentir incertidumbre, dudas, ansiedad y temor por lo ocurrido y lo que sucederá incluso después de haber experimentado el COVID-19.
Por Ani Rodríguez – @proideha
Emocionalmente hablando el COVID-19, representa un reto personal adicional en el equilibrio de la salud mental de las personas, porque se vive en soledad.
A diferencia de otros virus o momentos de enfermedad puedes sentir la compañía de seres queridos, en este caso el aislamiento te lleva a tenerte como la primera opción para la automotivación.
Incluso, el hecho que el médico indique su visto bueno puede que no se calmen los temores, ya que pueden venir pensamientos como: ¿Cómo estar seguro de que ya no es portador del COVID-19? ¿Es seguro estar con otros? ¿Afectó alguna composición de mi ADN que perjudique en un futuro?
Después de terminar la cuarentena y de sentirse bien, las personas pueden sentirse paranoicas.
Como en tantos otros aspectos de este nuevo coronavirus, determinar todo lo que pueda suceder en un futuro es muy incierto e impreciso. Es por ello que las medidas sanitarias establecidas permiten un mejor control del mismo.
A nivel interno, cada persona puede salir fortalecida de la situación y demostrar su capacidad de Resiliencia, es decir, retomar la vida siendo un nuevo ser humano, que la experiencia de vida le permitió superar un virus de este milenio que vino a dar tiempo en soledad, mientras reparaba los tejidos biológicos que habían sido impactados.
Recomendaciones para sanar emocionalmente la experiencia del COVID-19
En virtud que cada persona tiene percepciones diferentes respecto a las situaciones que vive, es importante reconocer que cada shock emocional deja una huella en nuestra memoria emocional, por lo tanto debe gestionarse.
Toma en cuenta que las emociones que se viven durante la experiencia se registran con los cinco (5) sentidos, es decir, lo que sientes corporalmente; lo que percibes con el olor, sabor, lo que escuchas y ves. Estos elementos pueden ser detonadores de la emoción registrada y desencadenar momentos desagradables al activar esas emociones en un momento o lugar que nada tiene que ver con la experiencia.
Es por ello que dejamos estos sencillos pasos para desarrollar tu resiliencia con la experiencia del confinamiento:
- Hazte preguntas de poder que te permitan ver la nueva cualidad adquirida en ti a través de la experiencia, por ejemplo:
- ¿Qué aprendí de esta situación, que no sabía antes?
- ¿Cómo puedo hacer del confinamiento una experiencia mas enriquecedora, si alguna vez vuelve a ocurrir?
- ¿Cuáles fueron los momentos de desborde emocional que debo a prender a manejar?
- Identifica las emociones que experimentaste. El identificar cada emoción es importante que menciones porqué la estabas sintiendo. Por ejemplo sentí miedo porque pensé que me iba a morir y no vería a mis seres queridos nuevamente. Sentí rabia por haberme contagia, sentí asco de saber que tenía un virus en mi interior.
- Luego de saber porque se dispararon esas emociones es momento preciso de hacer una proyección. Tu YO del presente habla con tu YO del pasado (durante el momento del confinamiento). Habla con él y dile cómo te sientes ahora y cómo vas a ir mejorando. Indicando que avanzarás y retomarás tu vida más fortalecido, porque ahora sabes X, Y, Z y también A, B y C.
- Al hacer este ejercicio permites disminuir la carga emocional experimentada en ese recuerdo emocional, desde tu Yo CONSCIENTE y saludable.
Recomendaciones Físicas para retomar actividades.
Si bien es cierto que cada cuerpo es diferente y responde a este virus de una manera diferente, es importante valorar tres (3) aspectos esenciales de tu vida para reconectar con la salud:
- La alimentación, es el factor de nutrición de nuestro cerebro y demás tejidos biológicos; la reparación de nuestro cuerpo luego de una batalla ante el virus, se verá favorecido si en tu alimentación los productos naturales y alimentos verdes toman un papel protagónico.
- El movimiento físico. Es verdad que existen multitud de guías con consejos, y esto lo único que indica es el hecho de que nadie sabe realmente la respuesta correcta a esa pregunta. Dicho esto, una persona debe esperar hasta que se haya recuperado totalmente de sus síntomas. Sin embargo, debes tener en cuenta que esta enfermedad a veces afecta a las personas en diferentes fases: «comienza a sentirse bien y luego aparece una segunda fase de síntomas», según detallan expertos. Por eso, para ir a lo seguro, debes esperar de 10 a 14 días después de que sientas que no tienes ningún tipo de síntoma de COVID-19 antes de volver a practicar cualquier tipo de deporte de forma normal. Y, debería ser una reanudación lenta y progresiva.
- La salud mental, a través del reconocimiento y aceptación de las diferentes emociones y sentimientos que se viven y experimentan. Si reanudar tus actividades te abruma, empieza a validar la emoción y observa que está más allá de lo que estas sintiendo. Puede que sea algo que viene desde antes del confinamiento y ahora tu SER exige cambios concretos y no retomar la cotidianidad.
Si descubriste en esta experiencia que hay emociones aún no gestionadas es el momento de escucharlas son tus mejores mensajeras de lo que requiere cambio en tu día a día. (Conocer Programa Detox Emocional)
Todas las situaciones nuevas que vivimos demandan un versión de nosotros que muchas veces desconocemos, pero que esta allí esperando a ser desarrollada y validada. A todas las personas que tuvieron el virus y estuvieron confinadas, se les exigió una nueva manera de asumir un malestar físico, es por ello que cada día crecemos y evolucionamos como seres humanos: Porque cambiamos, en la medida que experimentamos. (Conocer Libro Actualización Mental)
Espero que estos tips te permitan salir y retomar tus actividades de manera RESILIENTE.
Me despido hasta la siguiente habilidad!
Ani Rodríguez
Co-Fundadora de ProIDEhA®
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