Una de las etapas más maravillosas de la mujer, sin duda, es la de ser madres. Desde que tenemos la sospecha, ya nuestro mundo cambia, sentimos miedo, alegría, ansiedad y un sin fin de emociones. Cuando estamos en pleno embarazo, tenemos mil expectativas, y cuando llega el nacimiento, la realidad muchas veces supera la ficción, como dicen por allí.
Por Anna Converso – @avantipsicologia
Después de dar a luz, amamos a nuestro hijo más que a nada en el mundo, y nos sentimos siempre felices y satisfechas: dice la teoría pero no la práctica. Hoy comparto contigo, lo que le sucede a las mujeres psicológicamente, después del parto, entendiendo el impacto emocional que tiene la maternidad, en nuestro género.
El embarazo, en vez de ser época de calma, felicidad, y una alegría radiante como dictan los estereotipos de la sociedad, es para muchas mujeres, todo lo contrario, un período difícil y turbulento.
Esto está directamente relacionado, con los cambios hormonales y emocionales durante y después de este proceso.
Después de dar a luz, las mujeres suelen experimentar tristeza leve o melancolía, que desaparece a las 24 o 48 horas después del parto.
Semanas después, también pueden experimentar depresión moderada o grave, cuyos síntomas son insomnio, llanto, sentimiento de ineptitud o incapacidad para cumplir con el rol materno, irritabilidad, fatiga, entre otros síntomas, y duran aproximadamente entre 6 y 8 semanas después del nacimiento del bebé.
El apoyo emocional, y la ayuda que tengamos de nuestra pareja, es fundamental para el curso de nuestro estado de ánimo, según revelan muchas investigaciones. Y otro dato importante, es que los estados de ánimo positivos durante y después del embarazo, están relacionados con el fuerte deseo de ser madre.
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Es esperado que además de todas estas emociones, que son completamente involuntarias en las mujeres, también aparezca el sentimiento de culpa, junto con la creencia de «ser una mala madre», ya que vamos en contra de la felicidad típica, de este proceso en la sociedad.
Si estás pasando por algo similar, ¡no estás sola! y te recuerdo que TODO PASA. Date tiempo, acepta tus emociones, y recuerda, que este es sólo un proceso de adaptación, a la nueva etapa maravillosamente caótica que vives.