Hemos escuchado miles de chistes o frases en contra de las suegras. No todas las mujeres tienen la dicha de llevarse bien con ella o de tener buena relación o amistad. La mayoría de veces, no quieren incomodar con sus consejos o con sus reacciones y debemos aprender a controlarnos frente a ello. Está en ti que puedas sostener una relación pacífica y tranquila con tu suegra.
Si tú sientes que tu relación con la mamá de tu pareja a veces se vuelve tensa o incomoda, te damos tips que te ayudarán a llevarte mejor con ella. Toma nota y evita lo siguiente:
-Quejarte de su hijo: Comentar los aspectos negativos de tu pareja con su madre no es tan buena idea, ya que ella siempre saldrá a la defensa de su hijo. No esperes complicidad de su parte. Si tienes cierta confianza con ella coméntale ciertas cosas, pero no siempre es conveniente que le cuentes todo. Piensa antes cómo reaccionará con lo que le comentarás.
-Evita contradecirla en recetas o gustos de tu pareja: Las suegras siempre aconsejan a sus nueras en los gustos de comida de sus hijos. Es más, te comentan hasta que comían de pequeños, no te enojes si ocurre esto, escúchala con paciencia. Si ves que ella te contradice en lago, no hagas tu lo mismo.
-Si les prepara algo, nunca se lo rechaces: A lo mejor ella se ha esforzado en prepararles un platillo que no es de tu preferencia o que ni te gusta, aún así debes aceptarlo con agradecimiento. No le tomes a mal todo lo que haga o diga. Si le rechazas uno de sus platillos puede causarle enojo de varios días y hasta meses.
-Nunca te comprometas a hacer algo que no puedes cumplir: Por ejemplo a acompañarla a algún lugar, llevarla al doctor, ir con ella a alguna reunión. No te comprometas a actividades o cosas que no estás dispuesta a hacer. Es mejor decir no desde el principio, la sinceridad te ayudará a llevar una buena relación con tu suegra.
-No muestres enojo cuando te diga cómo educar a tus hijos: Las suegras opinan sin nosotras haber pedido su opinión, ya que muchas veces condenan la forma en que hacemos las cosas. Pero no te enojes, ni le des más vueltas al asunto. Lo mejor que puedes hacer es agradecer sus consejos y no alargar la plática. Si la situación se vuelve tensa, con amabilidad y respeto explícale las razones por las que no sigues su forma de pensar.
-Hablar de religión o política es un arma de doble filo: Puedes ganarte su enemistad de por vida. Es mejor morderte la lengua antes de hablar. No caigas en provocaciones.
-Nunca le levantes la voz, ni le grites: Al llegar a esto, pierdes todo el control de la situación y de la relación con ella. El respeto es una de las claves, recuerda que es mayor que tú y por lo tanto debes respetarla. Tal vez, ella puede llegar exaltarse y hablarte enojada, pero eres tú la que no debe seguirle el juego, luego la que quedará mal eres tú no ella.
-No le hables mal de tu suegra a tus hijos, ni a tu esposo: No pongas pretextos para ir a la casa de tus suegros, ni le inculques a tus hijos “el no gustarles ir donde sus abuelitos”. No hay nada más bonito que educar a tus hijos el respeto hacia sus abuelos.