Cuando iniciamos un negocio, lo más probable, es que el escenario de tener que dejarlo no fue considerado. Pero ¿quién inicia un negocio pensando que no le irá bien?
Por Karina Carrero
Realmente el exceso de optimismo es tan perjudicial como el pesimismo en su máxima expresión. Cuando planificamos con premisas excesivamente optimistas dejamos de lado consideraciones esenciales para el negocio. Estas son denominadas contingencias, que nos ayudan para prepararnos financiera y emocionalmente para los momentos difíciles que nos tocará enfrentar.
Principales señales de que algo no va tan bien:
Independientemente de cuál haya sido tu caso, te comparto cuáles son esas señales clave para tomar la decisión de salir o de cerrar un negocio:
- El ingreso que percibes con el salario de tu negocio no te ayuda a cubrir tus gastos personales básicos: esta es la típica situación de no fijarse un salario como parte de los requerimientos del negocio, y se ejerce una presión excesiva sobre éste y sus resultados porque su creadora no logra sustentarse a pesar de todo el esfuerzo que realiza en la empresa.
- La dinámica de trabajo entre los socios, si los tuvieras, no es saludable: las discusiones y la falta de claridad sobre el futuro del negocio genera dolores de cabeza e insomnio constante. Si este es tu caso evalúa salir de ese negocio vendiendo tu participación.
- Te cuesta levantarte a diario para asistir al negocio, si es tu función estar a cargo de la operación de éste, o inconscientemente eludes frecuentemente reuniones relacionados al negocio.
- Cuando te refieres al negocio no sientes mariposas ni te generar emociones positivas (alegrías, orgullo, pasión): finalmente esto lo que ocasiona es que el potencial de generar ventas e ingresos con tu empresa va a ir en deterioro, así como tu pasión/ amor por este vaya disminuyendo.
- La tendencia de los ingresos va disminuyendo en forma consistente: claro está que para poder identificar esta última tendencia debemos tener una medición precisa del desempeño del negocio, sino la tienes te darás cuenta de la forma más dolorosa posible.
- Tengo socios pero no cuento con un acuerdo entre nosotros y mucho menos una estrategia de salida: busca asesoría legal para poder salir de la situación con el menor daño posible, pero definitivamente será un problema al momento de cerrar el negocio.
Algunas salidas elegantes de un negocio:
También podemos tener señales positivas que nos ayuden a “salir” del negocio de una forma elegante, te comparto principalmente las siguientes:
- El concepto y el volumen de ventas es atractivo para un tercero que te ofrece comprártelo: si ese fuera tu caso felicitaciones y véndelo. Toma esto como una señal del universo que justo hasta ese momento era tu participación en ese negocio, recibe el dinero e inviértelo en otro nuevo emprendimiento. Esto es lo que yo llamo una Rock Star de los negocios.
- Parecido al caso anterior, pero alguien te ofrece comprarte parte del negocio y asociarse: también es algo positivo: En este punto es recomendable evaluar el valor agregado del nuevo socio (a) más allá del dinero que aportará, definir claramente el rol de cada socio, establecer legalmente un acuerdo entre socios, y basar toda decisión de compra / participación en una valoración adecuada de la empresa.
Independientemente de cuál sea tu caso, cada negocio que creas es una experiencia invalorable, y si tuvieras que tomar la decisión de salir en algún momento de este bien sea por venta o cierre forzoso, serás cada vez una empresaria más exitosa porque existe una alta probabilidad de que los errores del pasado no los vuelvas a cometer.
Seguramente tendrás otras experiencias y te equivocarás nuevamente pero cada vez serás aún más fuerte y exitosa.
“Si vas a cometer errores, que sean nuevos”
Karina Carrero
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