Shawn Mendes y Camila Cabello tienen una de las relaciones más bonitas y transparentes de la industria. Sin embargo, su amor no siempre es miel sobre hojuelas y una discusión que tuvieron provocó que Shawn se diera cuenta de una falta grave de violencia que cometió contra su novia: gritarle.
El cantante de ‘Wonder’ reconoció en el podcast Man Enough que una de las cosas que más miedo le da es ser «un hombre malo». Este temor se apoderó de él durante una discusión con Camila en donde le alzó la voz y ella no sólo le recriminó el acto; sino también le preguntó por qué le gritaba.
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Shawn relató que su primer impulso fue excusarse, ponerse a la defensiva y aclarar que no le había alzado la voz. Sin embargo; 20 minutos después de reflexionar sobre lo sucedido se dio cuenta que efectivamente le gritó a Camila: le pidió una disculpa y se comprometió con él mismo a evitar llegar a este extremo en este tipo de intercambios: por muy acalorada que pueda ser una discusión el respeto entre los dos debe mantenerse.
Las relaciones románticas no están exentas de desacuerdos, problemas y mal entendidos pero eso no significa que estos intercambios deban ser violentos.
En general; los golpes y amenazas suelen ser de los actos de violencia más notables y graves que se pueden presentar durante una discusión por lo que se puede creer que alzar la voz dista mucho de estas acciones.
Sin embargo, gritar sí es un acto de violencia y reconocerlo como tal no sólo te puede ayudar a evitarlo como a Shawn Mendes; sino también a identificarlo si tu eres víctima de este maltrato verbal.
De acuerdo con Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LAMVLVDF), uno de los cinco tipos de violencia contra la mujer es la psicológica, la cual abarca cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica y emocional de la mujer, y sí, bajo estos parámetros, gritar entra perfectamente dentro de esta categoría.
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Asimismo, la psicóloga María del Mar García Muñoz advierte que los gritos son una «falta de respeto, falta de amor y reconocimiento hacia el otro», que puede provocar desde miedo y desesperanza hasta un quiebre en una relación por un alejamiento constante.
Si alzar la voz está acompañado de insultos, humillaciones, comentarios que devalúan tu persona, comparaciones destructivas y amenazas, el grado de violencia aumenta.
Recuerda que es posible tener discusiones sanas en pareja, el punto es jamás llegar a actos violentos para expresar tus opiniones y molestias.
