Si hace tiempo que sueñas con alcanzar una posición mayor, un mejor salario o quieres participar en un proyecto importante y aún no lo logras, puedes estar enfrentando obstáculos auto impuestos que no estás reconociendo.
Nota Por Karen García
Si estás en esta situación, seguro te invade la frustración y la desesperación de ver que a pesar de que trabajas muy duro tus metas aún se ven distantes. Es un sentimiento de impotencia y desconcierto porque lo que has intentado no funciona.
Tranquila, no desesperes. En tus manos está ser tu mayor aliada en el camino para alcanzar tus metas, solo falta que vayas despejando los obstáculos que tienes en la vía, muchos de ellos creados por ti misma.
Estas son las 3 principales frases que actúan en tu contra deteniendo tus sueños y que puedes eliminar para alcanzar más rápido tus metas:
– Mi trabajo hablará por mi: la calidad de tu trabajo es una de tus mejores cartas de presentación, pero puede tardar mucho tiempo en dar resultados. Esperar a que otros noten tu trabajo deja en sus manos tu destino.
En lugar de esperar a que otros lo noten, habla de tus logros, del esfuerzo que te tomó y de cómo los alcanzaste. Seguro temes parecer presumida, pero si lo haces con delicadeza y en el momento correcto no fallarás. La Coca Cola no es líder de las gaseosas solamente por su sabor, es un tema de marketing bien hecho.
– No cumplo con todos los requisitos: salvo que la situación a la que aspiras sea construida para ti, nunca cumplirás con absolutamente todos los requisitos. Esto también tiene que ver con lo que crees de ti misma, el valor que le estás dando a tus capacidades.
Si te encuentras diciendo esta frase es porque aún no estás dándole el justo valor que tienen tus esfuerzos y tus logros. Si no crees en ti misma difícilmente otros lo harán.
– Estoy esperando el momento indicado: si es cierto que hay que ser oportuna, pero cuidado porque puedes estar evitando el momento por miedo. Si no lo pides no llegará a ti y no hay mejor momento para pedirlo que ahora. Ponte una fecha límite y prepárate para pedir eso que quieres.
Si tienes miedo está bien, no es malo tenerlo y no debes sentir culpa. Ser valiente no es eliminar el miedo, es actuar a pesar del miedo.
Cuando te escuches diciendo cualquier de estas 3 frases, apresúrate a eliminarlas de tus pensamientos y a tomar acción. Si te cuesta hacerlo, apóyate en una amiga, tu pareja, familia en quien pueda darte el impulso que necesitas.
No estás sola, hay muchas personas dispuestas a acompañarte en el camino.
Si quieres conocer más sobre aren, síguela aquí en sus redes sociales: @Karen_garcia_saucedo