Criar a un varón no resulta de todo fácil, sin embargo es una experiencia increíble en la que aprenderás desde jugar con trencitos, aviones, coches hasta correr todo el día sin cansarte.
Hay muchas actitudes que tu hijo aprenderá de pequeño para desarrollarse en su vida de adolescente y adulto. Tú que eres mujer, puedes marcar la diferencia y enseñarle aspectos que le serán útiles en toda su vida. Empecemos con la lista:
No siempre se gana, también se pierde: Es vital inculcarles que no siempre ganarán en la vida, todos cometemos errores y nuestras decisiones o actos pueden influir y tienen un resultado. Cuando juegue con otros niños enséñale a alegrarse por el triunfo de otros y a no darse por vencido.
Expresar sus sentimientos. Parece sencillo, sin embargo a muchos hombres no les es fácil expresar lo que sienten. Habla con él y escúchalo, haz que te tenga confianza. No críes a un niño tímido y solo. Enséñale a interectuar y a convivir con sus amigos.
Dile como ser delicado. En la actualidad ya no se experimenta la delicadeza. Un hombre delicado es suave, prudente, amoroso y cariñoso con las personas que están a su alrededor. «Lo cortes jamás le quitará lo valiente».
Inculcale el hábito de leer: Antes de dormir ten la costumbre de leerle un cuento. Explícale porque es importante leer, cómprale sus libros favoritos. Luego de leer, pregúntale su punto de vista e invítalo a la reflexión.
Los niños ayudan con las tareas del hogar. Los hombres también ayudan a las tareas del hogar: a lavar, barrer, trapear y hasta planchar. Son cosas que le servirán siempre. No hay nada mejor que un hombre independiente.
Enséñale a ser educado. No hay nada mejor que un hombre que sepa pedir las cosas «por favor» y que sepa dar las «gracias» cuando debe hacerlo. Muéstrale la importancia de ser generoso y ayudar a los demás. Desde pequeño puedes educar a tu hijo para que, en el futuro, sea un hombre caballeroso.
Enséñale a bailar. Aun que le cueste encontrar el ritmo al baile incítalo a intentarlo. Es excelente para su buen desarrollo psicomotriz. Además, con el baile aprenden a ser sueltos y seguros de sí mismo.