En todas las naciones del mundo existen culturas, tradiciones, normas, reglas, etc… Hay un sin fin de ellas. Es más, hay países que tienen algunas tan longevas que es impensable la posibilidad de cambiarlas o modificarlas. Está en el ADN de los pueblos, cuando la gente nace ya ese “no se qué” existe y por generaciones se siguen practicando.
Por Oris Palacios – @cuarentidiva
Lo más curioso es que para los lugareños es algo tan natural como respirar. Pero, si llega alguien de fuera empiezan las preguntas de curiosidad: ¿por qué esto? O ¿por qué aquello? Y todo mundo queda con ganas de contestarle: “pues porque es así desde que la vida es vida y lo hemos hecho así desde siempre”. Sin embargo, no es la manera inteligente de ilustrarlos; por supuesto que en esta vida todo tiene una razón de ser y todo tiene un génesis que generalmente es muy interesante. Allí es donde el local se luce dando razones y demostrando que su país es lo máximo de la bolita del mundo. Porque, ¿¿¿saben qué?? Entre más tradiciones y costumbres tenga un pueblo más rica es su cultura.
Panamá no es exenta de eso y aquí lo que hay es una mezcla sabrosa de lo que por siglo hemos venido armando con lo ya existente más lo que nos han traído otras colonias.
Festivales típicos de Panamá
Como fuimos colonizados por españoles hace una ruma de años, desde allí vienen gran parte de las nuestras. Situaciones tan bellas como el montón de festivales típicos: tales como el torito guapo, el manito ocueño, el de la caña de azúcar, el de la mejorana, la dama nacional de la pollera, el de guacho en totuma, el del almojabano. Son apenas unos cuantos de los cientos que hay a lo largo del año y ni hablar de las fiestas patronales que existen hasta en los pueblitos mas recónditos de nuestra tierrita istmeña.
Curiosidades como ver una procesión de la Virgen del Carmen que se hace en pleno mar que para nosotros es algo “normal” y el resto de la gente se queda disque what??!! Jejejeje pues si esos somos nosotros.
Tenemos 3 símbolos patrios hermosos:
Nuestra bandera, himno y escudo pero pienso que ya la flor nacional (en forma de espíritu santo) y los trajes típicos deberían ser tan sagrados como esos y así protegerlos de gente que quiera en algún momento hacer cambios innecesarios que resten importancia a lo que ya hemos dado un valor.
Los trajes típicos por región son cada uno más hermoso que el otro y con unas historia que sorprende. Que más quisiera yo que saberme todos sus orígenes pero apenas conozco unos cuantos y no pretendo ser licenciada en folklore. Creo que sé lo básico que deberíamos saber todas, así como que las polleras blancas con la cinta rosada en la frente y trenzas son usadas en las bodas en la región de Ocú.
Como que las polleras de lujo, son eso, un lujo porque las artesanas que las confeccionan totalmente a mano se tardan de 7 meses hasta un año y tanto para terminarlas; como que las basquiñas se usan solo con zapatos de pana negros, como que los faldones de pollera llamados “ tumba hombre” de Los Santos se llaman así porque la tela es de rayas y al danzar y dar vueltas los hombres se mareaban jejeje. Y eso tiene más historia. La tela para hacer esos pollerones originalmente era y sigue siendo de florecitas pequeñas pero únicamente las vendían en almacenes ubicados en el pueblo de Las Tablas.
Cuando la mencionada tela llegaba a los almacenes, las artesanas Tableñas la compraban toda y así dejaban sin tela a las artesanas de Los Santos, para no entrar en disputa, las señoras Santeñas dijeron: “ok entonces vamos a comprar esta tela a rayas y vamos a confeccionar nuestro faldón con esta y se acabó”. ¿Qué les parece?
En todos lados se cuecen habas jajajajaja, sabían también que las polleras de gala veragüense son hechas de una sola tela lisa y enjaretada en forma de zigzag. Otra singular basquiña es la chiricana que tanto el pollerón como la camisola son de la misma tela. Y ni hablar de la pollera congo colonense que es muy colorida representa la vestimenta que usaban las esclavas negras que hacían sus pollerones con retazos de telas de vestidos que ya sus patronas no querían, pero esa pollera particularmente es una de las más hermosas para mí, sencillas, alegres, con flores naturales en la cabeza y collares de cuentitas e iban descalzas, ahora viéndolo en perspectiva esa sencillez lo hacía magnífico y divino, mujeres negras hermosas que nunca se rindieron ante la adversidad y que tienen unas manos de ángeles para cocinar exquisito y cuidar amorosamente a los niños propios y ajenos.
Aquí me puedo quedar echándole porras a todas las polleras que mi memoria me permite recordar, porque me declaro enamorada de los vestidos típicos de mi país. Soy una mujer muy afortunada y tengo una madre que tiene como hobbie hace muchos años, confeccionar y comprar polleras de diferentes tipos que mi hermana, sus hijas. Mi muñe (mi hija) y yo nos hemos dado gusto ataviadas cada vez que podemos.
No les niego que siempre es un gasto hasta para ponérsela y lucirla porque deseamos que alguien que sepa nos la ayude a poner y eso tiene un costo, pero se paga con gusto.
Las prendas que acompañan LA POLLERA
Les he hablado solo de los vestidos pero las correspondientes prendas, es harina de otro costal, tembleques de escama o de Swarovski o de cuentas de colores, además de las prendas de oro y bañadas en oro, hasta en los zapatos, lo hacen el vestido más bello del mundo galardonado varias veces en muchos concursos mundiales.
Cuando llegan nuestros días patrios, la madrugadera con las dianas es casi obligación para los adultos jóvenes. Luego le siguen los desfiles de los colegios y las bandas independientes. Cuando llegan nuestros carnavales que muchos ven como pérdida de tiempo, dinero y dignidad pero que forma parte de nuestro país, festividades que no son solo eso, ya pasan al siguiente nivel de importancia, algo tan arraigado como tirar cohetes en año nuevo; y ni hablemos de nuestra comida típica llena de condimentos y fritos pero que pocos pueden resistirse.
Casi nunca pensamos en lo antes expuesto porque forma parte del diario vivir. Casi casi como los tranques de tráfico; pero esto y muchas cosas más es mi bello Panamá. El lugar donde se apoya a la selección aunque reneguemos en ocasiones, pero a la hora de la hora se llena el estadio. Cosa que ha dado sus frutos porque iremos a nuestro primer mundial, el único lugar del mundo donde podemos amanecer en el atlántico y estar en el pacífico en tan solo una hora. Saber que en dos horas estás en uno de los paraísos más hermosos con las aguas más cristalinas del planeta y en total contacto con lo básico de la naturaleza el hermoso Guna Yala antes conocido como San Blas.
Disfrutar del clima caliente y húmedo hasta el sofoco, jugarle vivo a los mosquitos y las chitras para que no nos coman en algunas épocas y dónde en tan solo minutos podemos observar múltiple variedad de aves en un parque metropolitano que está dentro de la misma ciudad y a borde de nuestro canal (una de las maravillas del mundo). Donde ver halcones, monos, ñeques y perezosos es normal y donde toooodo mundo es bienvenido, porque estamos acostumbrados a recibir y ser buenos anfitriones por eso la gente llega y luego desea quedarse por siempre
Soy Panameña, orgullosa de lo que gusta y de lo que no, porque forma un todo, porque soy mezcla sabrosa de sangres y razas y porque soy AFORTUNADA. ¡Viva Panamá!